El gobierno español aseguró hoy que la Unión Europea se está moviendo rápido para solucionar la grave crisis que atraviesa el país, al tiempo que garantizó la solvencia de España y su capacidad para hacer frente al pago de sus deudas.
Mientras los costes de financiación de España volvían a subir, el ministro de Hacienda, Cristóbal Montoro, ofreció un alivio a los inversionistas internacionales al revelar que las 17 comunidades autónomas del país registraron un déficit cero en el primer trimestre del año, gracias fundamentalmente al anticipo de 5.000 millones de euros (6.250 millones dólares) ofrecido por el Estado.
El sobrepago del Tesoro ibérico por su deuda a largo plazo escalaba al 6,60% en la apertura de los mercados, pero se relajaba al 6,47% a media sesión. Ese nivel de rendimiento en los bonos a 10 años todavía se considera insostenible para financiarse y próximo al rescate.
Pero Montoro quiso lanzar un mensaje de tranquilidad. El titular de Hacienda dijo que España está respaldada por la Unión Europea y recordó que la economía ibérica es demasiado grande y encara problemas incomparables y absolutamente diferentes como los que condujeron a la intervención de Grecia, Irlanda y Portugal.
El rescate de España tiene un valor incalculable. El Producto Interno Bruto (PIB) estimado del país es superior a 1 billón de dólares, cifra que no alcanzan la suma de las economías de Grecia, Irlanda y Portugal juntas.
«España es un país grande de tamaño, un país internacionalizado, con el 47% de su PIB en el exterior, es un país con alta renta per cápita en términos de media europea, un país con 47 millones habitantes», dijo Montoro al término del Consejo de Ministros.
«España tiene capacidad para hacer frente a su deuda externa íntegramente», añadió.
Los problemas de España parecen centrarse ahora en su sector financiero. La nacionalización de la entidad Bankia, que requiere una ayuda pública de 23.900 millones de dólares para sanear su balance, ha generado una enorme desconfianza en la banca, ahogad en un mar de activos tóxicos, promociones, suelo y viviendas devaluados por el colapso inmobiliario.
El ministro de Economía, Luis de Guindos, afirmó el jueves que el futuro del euro como moneda se juega en España e Italia las próximas semanas.
En ese sentido, Montoro puntualizó que Bruselas ya trabaja en dar una respuesta a la crisis y dijo que debates como el de la unidad bancaria y financiera de Europa van en la línea de la solución.
«Nosotros estamos trabajando en casa, estamos haciendo reformas, estamos saneando el país, estamos saneando el sector bancario, estamos saneando el sector público. Junto al resto de reformas, nos hará crecer y crear empleo», explicó.
«No estamos solos, tenemos detrás a Europa. Y Europa va a responder, como siempre ha respondido cuando un país se comporta lealmente y fielmente», añadió.
Como prueba de los compromisos asumidos por el país para reducir el déficit, Montoro reveló que las regiones españolas lograron el equilibrio presupuestario entre enero y marzo.
Un mínimo respiro para el gobierno conservador del Partido Popular, que vive su peor semana desde la llegada al poder en diciembre.
Montoro señaló que sin el adelanto de los 6.250 millones del Estado, el déficit del conjunto de las comunidades hubiera sido del 0,45% del PIB, todavía en la línea del objetivo del 1,5% marcado por el gobierno a las regiones para final de año.
España se comprometió con Europa a reducir su abultado déficit público del 8,9% actual, al 5,3% en 2012 y el 3% en 2013.
Finalmente, Montoro dijo que el gobierno trabaja en un mecanismo de financiación temporal para las comunidades autónomas, muchas de ellas incapaces de cumplir el déficit marcado y afrontar los vencimientos de deuda que se avecinan.
Los medios locales han bautizado esta iniciativa como «hispabonos», aunque el gobierno todavía no utilizado esa nomenclatura.
El objetivo es que las regiones puedan financiar sus pagos a través del Estado y con un menor coste.