PAN, para el matate de muchos?


La dirigencia del Partido de Avanzada Nacional, lucha por lograr la supervivencia de esa organización.

Julio Donis

Sociólogo

Escribir sobre el Partido de Avanzada Nacional (PAN) significa analizar la historia de un proyecto polí­tico del que muchos se sirvieron y se fueron, otros se quedaron para sostenerlo como una institución que perdurara en el tiempo, pero terminaron saliendo también con algo en su matate.


Aquellos formaron otros partidos y los que se quedaron y que también se fueron, trataron de renovarlo pero encontraron el dilema que significa sostener una institución en el tiempo, en la diversidad y en representatividad. El PAN es una de las instituciones partidarias de mediana edad de este sistema, si tomamos en cuenta que tiene ya alrededor de 15 años de existencia.

A lo largo de esos años, el PAN ha experimentado de todo, desde la salida de su dirigencia, la responsabilidad y desgaste de haber gobernado el paí­s, un proceso de primarias internas que terminó fragmentando al partido, pasando por la transformación de su base organizativa, hasta el desarrollo de un Congreso Ideológico.

Para definir el origen del PAN hay que decir que empezó su vida polí­tica como Comité Cí­vico Electoral bajo el nombre de Plan de Avanzada Nacional, en la búsqueda de la Alcaldí­a Municipal de Guatemala. Se reconocen en sus orí­genes a empresarios y profesionales como Luis Flores Asturias, Roberto Gereda, Roberto González, ílvaro Heredia, Rodolfo Mendoza, í“scar Berger y ílvaro Arzú de quien se dice fue el principal motivador para el desarrollo de este proyecto. Arzú no era nuevo en polí­tica pues vale recordar que en los años setenta fue miembro activo del Movimiento de Liberación Nacional, MLN.

Con un crecimiento rápido

De su desarrollo se puede decir que fue un partido con crecimiento rápido desde las elecciones de 1990, ganando alcaldí­as municipales, escaños en el Congreso, y una organización de activistas y militantes importante, dentro de la que se destacó su organización juvenil, hasta llegar al control del Gobierno al haber ganado las elecciones generales del año 1995. Ese trayecto no fue sencillo y se puede destacar como hechos de desgaste, haber participado en la coalición promovida por Jorge Serrano al haber ganado la Presidencia, misma en la que participaran además la DC, el PSD; no olvidemos que ílvaro Arzú fue el canciller de la administración de Serrano hasta su renuncia por la diferencia en el tratamiento del caso de Belice, posterior a ello el PAN pasa a la oposición y deja la coalición.

Por otro lado, el PAN supo aprovechar muy bien el proceso polí­tico que se produjo como consecuencia del autogolpe de Serrano, acrecentando su bloque legislativo y marcando su influencia polí­tica.

El final de la administración del Gobierno de ílvaro Arzú en el año 99 marcó una etapa de la vida del PAN, que como a todo partido en Guatemala, al haber alcanzado el máximo poder polí­tico, le representó también el reto de mantener la organización partidaria y hacer frente al barrido causado por la derrota electoral ese mismo año.

Cambio de liderazgo

Para el año 2000 y 2001 el PAN enfrentarí­a un cambio en el liderazgo del partido y las bases, en su mayorí­a de clase media, desplazan a un proyecto de «élite» que fue el que le dio origen y que termina de salir. Como consecuencia de esa renovación, varios de los lí­deres fundadores, entre ellos ílvaro Arzú, salieron del partido y fundarí­an más tarde el Comité pro formación del Partido Unionista. Finalmente, el PAN sufre el debilitamiento ocasionado por el desarrollo de elecciones primarias que derivan en la salida del que más tarde fuera el presidente í“scar Berger por la coalición Gana. En resumen, el PAN sirvió de plataforma para un proyecto polí­tico de corte empresarial que llegó a la Presidencia; luego sirvió para otros que trataron de imprimirle una identidad más consolidada, pero que no logran impulsar un proyecto de cambio institucional sostenido. En el PAN actual sobresale la reciente salida de varios de sus diputados hacia el partido que puntea en la actual campaña electoral.

Paso a interpretar lo que el PAN declara como su forma de entender el entorno, es decir su ideologí­a. Para tal efecto expongo dos detalles recogidos en entrevistas a lí­deres de este partido en estudios hechos por FLACSO y ASIES. El primero es la autodefinición que dio el Secretario General del PAN en el año 2006 en entrevista realizada por la primera de las instituciones aludidas: «Social Cristiana». El segundo detalle es la respuesta del Secretario General nuevamente en entrevista ofrecida a ASIES en el año 2004, «afinidad con la social democracia aunque reconociendo el mercado como importante».

Las ideas que forman el perfil ideológico del PAN, han transitado desde una definición muy general de principios, en las que resaltaban los valores cristianos, pasando por el interesante esfuerzo de haber implementado un Congreso Ideológico en el año 2001, hasta la autodefinición de su Secretario General. El PAN hizo esfuerzos por implementar un proceso para identificar una identidad a partir de la visión y aporte de la base militante, pero pareciera que dicho esfuerzo ha quedado diluido por el desgaste del partido en razón de lo que antes identificaba como factores de desgaste institucional y más recientemente por el papel del partido en la Presidencia del Congreso.

Más allá de esto no voy a entrar en detalle sobre valores del partido como la familia, la persona, la justicia social, el medio ambiente, la libertad, la solidaridad, etc., mismos que constan en sus estatutos, porque dichos principios no alcanzan a definir lo que yo creo es la posición de derecha de un PAN que lucha por seguir viviendo.