Denuncian más plagios de migrantes


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El responsable de un albergue para migrantes denunció ayer un secuestro de al menos 80 indocumentados en el sureste de México y que presume habrí­a sido cometido por operadores del cartel de las drogas de Los Zetas.

El sacerdote Alejandro Solalinde, encargado del albergue «Hermanos en el Camino», dijo que el secuestro habrí­a ocurrido el 24 de junio en la comunidad de Medias Aguas, en el estado de Veracruz, cuando hombres armados con fusiles R-15 irrumpieron en el tren que utilizan los indocumentados para transportarse rumbo al norte de México.

Por E. EDUARDO CASTILLO
MEXICO / Agencia AP

Solalinde dijo que algunos indocumentados que escaparon les notificaron del plagio, del cual aseguró que ya notificó a la Procuradurí­a General de la República (PGR). Los testigos refirieron que en el tren iban unos 250 migrantes, en su mayorí­a hondureños y guatemaltecos, aunque también le dijeron que habí­a salvadoreños.

El albergue de Solalinde se localiza en Oaxaca, estado del sur y vecino a Veracruz.

Solalinde dijo que se habí­a comunicado con la responsable del área de tráfico de indocumentados de la PGR, Angélica Herrera.

«Ella está preocupada y ordenando cosas… yo quiero creer en ella», dijo el sacerdote.

En tanto, el Instituto Nacional de Migración (INM), dijo en un comunicado que está en contacto con las procuradurí­as de justicia en los estados de Oaxaca y Veracruz, así­ como con la Policí­a Federal y la PGR «con el propósito de colaborar en el esclarecimiento de los hechos sucedidos en Medias Aguas, Veracruz».

Agentes del Grupo Beta (un grupo de ayuda a migrantes dependiente del instituto), realizan recorridos en el área «con el objeto de localizar a extranjeros que hayan sido ví­ctimas o testigos de este probable secuestro, para brindarles asistencia y protección», manifestó el INM.

Por su parte, la Comisión Nacional de los Derechos Humanos (CNDH) informó en un comunicado que inició una investigación propia por la desaparición de los migrantes y exigió a las autoridades «su localización, el esclarecimiento de los hechos y sanción a los responsables de este delito».

Solalinde sostiene que en la zona opera el cartel de Los Zetas, a los que atribuye el nuevo secuestro masivo. «Es su territorio», dijo.

«Directamente no sé si Los Zetas lo hicieron, pero lo que sí­ me queda claro es que fueron sus operadores», añadió.

Los testigos dijeron al sacerdote que al llegar a la comunidad de Medias Aguas, los maquinistas del tren no se detuvieron en el mismo lugar que suelen hacerlo, sino que avanzaron hacia una zona más apartada y solitaria, lo que le hace sospechar que estuvieron coludidos.

Hombres armados, algunos con pasamontañas y vestidos de civil, aparecieron y algunos de los testigos alcanzaron a ver al menos tres camionetas que utilizaron para llevarse a algunos de los migrantes, dijo.

El cura denunció en diciembre el secuestro de medio centenar de indocumentados en el estado de Oaxaca, vecino a Veracruz. Y aunque al principio el gobierno dijo no tener evidencia de que el plagio hubiera ocurrido, al paso de las semanas arrestó a algunas personas involucradas en los hechos.

Miles de migrantes, en su mayorí­a procedentes de Centroamérica, atraviesan el territorio mexicano para intentar llegar a Estados Unidos y las propias autoridades reconocen que en su trayecto tienen que enfrentar diversos abusos, como el secuestro.

La CNDH reportó recientemente que al menos 11.333 migrantes habí­an sido secuestrados entre abril y septiembre de 2010 en 214 plagios masivos, casi la mitad de los cuales eran hondureños.

Grupos civiles han señalado que autoridades llegan a estar involucrados en los ataques a migrantes, incluidos agentes del Instituto Nacional de Migración (INM).

El gobierno federal anunció en mayo la detención de seis agentes migratorios por retener a migrantes y entregarlos a miembros del crimen organizado. Dí­as después anunció una depuración del INM, con la remoción de siete altos mandos del instituto.

Uno de los peores ataques contra migrantes en la historia reciente ocurrió en agosto de 2010, cuando 72 indocumentados fueron asesinados en el estado norteño de Tamaulipas, en un hecho atribuido a Los Zetas.

El gobierno ha dicho que en los últimos años los carteles de las drogas, como Los Zetas, han ampliado sus actividades a otros ilí­citos como el secuestro y la extorsión. Autoridades creen que los grupos del narcotráfico secuestran a migrantes tanto para buscar reclutar nuevos sicarios como para extorsionar a sus familiares.