“El éxito no es un destino, es apenas un camino”. Ángela Marulanda, educadora colombiana

Luego del éxito del campeonato y el triunfo de la vuelta ciclística, el alcalde de Quetzaltenango, Rolando Barrientos, en presencia de los magistrados César Barrientos y Erick Álvarez, de la Corte Suprema de Justicia, la doctora Rosa Pérez, directora de la sede, el señor Rolando González, de Cementos Progreso, diplomáticos y personas distinguidas de la comunidad, inauguró el nuevo edificio del Centro Pericial del Instituto de Ciencias Forenses, Inacif.

Se requirió mucha constancia, coraje y perseverancia para luego de trece meses de haber colocado la primera piedra pudiera llegarse a su habilitación con el apoyo incondicional de la municipalidad de Quetzaltenango expresó la doctora Miriam Monroy, directora de Inacif, construido en un área de 825 metros cuadrados, se yergue con una arquitectura que le da el toque de modernidad a la vieja Xela, que sigue siendo un ensueño entre montañas, niebla, frío y la hospitalidad de los “chivos” que son esos amigos de buenas tardes, gusto de verle o como está la familia.
Ladrillo rojizo, vidrieras amplias, accesos bien definidos y diseñados, se ubica atrás del edificio de los tribunales, en las vecindades mismas del periférico quetzalteco, muy cerca de la entrada a Olintepeque, por donde corre el mítico río Xequijel.
Pero la estructura, es más que eso. Es un centro pericial de primer nivel, con capacidad para atender también a víctimas vivas, en aéreas como la sicología, la investigación de actos delictivos, niños agredidos, o mujeres violadas. Es un centro pericial humano, con protocolos supervisados por organismos internacionales.
Ya no es aquella pestilente, vetusta, incómoda y abandonada morgue, en donde un empleado hacía de todo. Ahora es un centro pericial a la altura de los más connotados de Iberoamérica, en donde un grupo de profesionales de la Ciencia Forense, fortalecen la aplicación de la justicia. Orgullosa la doctora Myriam Ovalle de Monroy, y cómo no estarlo, si en su gestión la ciencia forense guatemalteca avanza de manera rápida, eficiente y ante todo se le dio su propia identidad a Inacif, prueba de ello, es el homenaje que le rindieron los jueces locales, por su proyecto de video conferencia que sirve de enlace a forenses y juzgadores en breve tiempo, acortando distancias, costos y procedimientos. El edificio del Inacif constituye un eslabón más del Centro Cívico, con que sueña el alcalde Barrientos: un lugar funcional, en donde el ciudadano tenga los servicios públicos en un solo sitio.