¿Qué es “carácter” y “mano dura”, Presidente?


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Menos de seis meses han pasado de la toma de posesión de Otto Pérez y ya ocurrió el desencanto para los guatemaltecos. Parece que al Presidente de la República se le aguadó la mano y el “carácter” se le diluyó, con la estafa a la República de Guatemala del 1 al 5% por la explotación de los recursos naturales no renovables. No se vislumbra reivindicación honesta.

Roberto Arias


La explotación de los recursos naturales en América Latina tiene un peso enorme en sus estructuras económicas y Guatemala no se queda atrás. Es cierto que la explotación del petróleo en Guatemala es una gota en el mar del consumo mundial de energéticos fósiles, pero para Perenco, la compañía francesa que lo explota, deja unas ganancias exorbitantes que obtiene, más por las dádivas y/o mordidas que ha repartido para trabajar de una manera seudolegal y, lo que deja al país es una verdadera miseria que no alcanza ni siquiera para mitigar tan sólo uno de los tres renglones principales de las prioridades para promover el desarrollo (educación, salud y mitigación del hambre y pobreza extrema de las mayorías).
El gran dilema es que en estas actividades, Guatemala debería participar honorable y eficientemente de los beneficios que representa la explotación de los recursos naturales, con el fin de promover el desarrollo integral y optimizar la calidad de vida de sus habitantes por medio de utilidades dignas y sustentables.
En Guatemala sabemos que quienes estuvieron en el poder hace años (Serrano, Arzú, Berger) dispusieron de los recursos naturales a su antojo y los piñatizaron de una manera tan inmoral que harían sonrojar a una prostituta. Rapiñaron contra un pueblo que no tiene cómo defenderse o defender esas riquezas naturales cuyo capital es disminuido, porque son recursos no renovables y que su explotación normalmente genera impactos ambientales tan negativos que permanecen por décadas y/o centurias en muchos casos y que producen degradación al país, a la Tierra y aumento de la desnutrición y la pobreza dentro de los más indefensos… los más débiles.
Los diputados al Congreso de Guatemala han sido, en las últimas décadas, parte sustancial de la piñatización de los recursos naturales boscosos y minerales. En un lugar en donde la obscenidad es  mayoría, es difícil que haya una discusión acerca de las bondades y limitaciones de los regímenes tributarios y de regalías aplicables a la minería.  ¿Se habrán preguntado los diputados, el Presidente de la República y sus comparsas por qué razón la minería generalmente convive con niveles muy fuertes de pobreza e injusticia social? La evidencia es que les importa un rábano y, desgraciadamente, los más pobres, los más indefensos han realizado manifestaciones para que las autoridades noten la desgracia en la que están comprometiendo el futuro de sus generaciones actuales y futuras y, las autoridades les responden con acciones autoritarias y de represión en defensa de los intereses de los inversionistas. 
Represión y autoritarismo no es tener mano dura con carácter, Presidente. Tener carácter y mano dura es tener tolerancia y provocar discusión y diálogo sobre las bondades y  limitaciones de los regímenes tributarios y de regalías decentes aplicables a la minería con beneficios lógicos y verdaderos para la República. ¿Está usted dispuesto a intentarlo para mejorar las condiciones de su pueblo? Si no lo está, usted ha mentido a sabiendas y, ¡Qué pena, Presidente!