Peter Lawrie y David Drysdale dejaron atrás al exasperado Rory McIlroy y a otros rivales más conocidos que ellos al terminar ayer con 66 golpes, 6 abajo, la primera ronda del PGA Championship.
En su primer torneo en Europa en siete meses, McIlroy estaba tan frustrado con su primera ronda de 74 golpes que en un momento dado lanzó su palo al suelo, lo que podría acarrearle una sanción del Tour Europeo.
El norirlandés se ubica ocho golpes atrás de los líderes. Lawrie metió cuatro birdies y un eagle en una ronda impecable, mientras que Drysdale se benefició de un golpe de suerte en el hoyo 18 para ascender en el tablero de líderes. Su segundo tiro cayó en el agua frente al green, pero la bola rebotó en las rocas sumergidas y regresó al fairway. Drysdale cerró con un birdie.
«Puedes mandar 1.000 bolas al agua y nunca ver que algo así ocurra», dijo el escocés, quien se ubica en el sitio 291 del ránking. «Debió haber un pie (30 centímetros) de agua antes de chocar con la roca».
El español Alvaro Quirós está empatado con otros cuatro jugadores con 5 bajo par.
Luke Donald, quien desplazará a McIlroy del primer lugar del escalafón mundial si defiende exitosamente su título aquí, está empatado en el tercer lugar tras firmar tarjeta de 68. El número tres Lee Westwood también se mantiene al acecho al completar ronda de 70.
McIlroy no pasó el corte en su anterior torneo, el Players Championship, hace dos semanas, y corre el riesgo de no pasarlo en el evento insignia del European Tour si sigue teniendo problemas en los greens.
Iba 2 abajo luego de siete hoyos, tras meter un águila en el hoyo 4 y un birdie tres hoyos después, pero metió cuatro de sus cinco bogeys después.