Una profunda conmoción se ha producido a nivel de la comunidad internacional por los asesinatos de periodistas que con toda impunidad se vienen registrando en la hermana República de Honduras, desde que se llevó a cabo el derrocamiento del presidente Manuel Zelaya Rosales el 28 de junio del año 2009, como epílogo de un golpe de Estado castrense promovido por los sectores oligárquicos más reaccionarios.
Desde el momento en que se materializó el cuartelazo militar contra el presidente Zelaya y durante el gobierno del actual presidente Porfirio Lobo, veinticuatro periodistas han muerto en forma violenta en Honduras, sin que hasta la fecha haya sido esclarecido ninguno de estos crímenes.
El caso más reciente es el secuestro y posterior asesinato del periodista Ángel Alfredo Villatoro, Coordinador de Noticias de HRN, una de las dos principales cadenas radiales del vecino país. El colega catracho fue secuestrado el 9 de mayo en curso cuando se dirigía a la sede de la citada emisora. Su cuerpo sin vida fue encontrado la noche del martes de la semana pasada en una calle residencial al sur de Tegucigalpa, presentando dos impactos de bala en el cráneo.
Cinco personas están detenidas como sospechosas de tener responsabilidad en el hecho sangriento, entre ellas un policía encarcelado en la ciudad oriental de Danlí, y quien a pesar de su condición de detenido, recibía su sueldo en la prisión como miembro de las fuerzas de seguridad.
La Asociación de Periodistas de Guatemala, APG, ha externado su condena por los hechos de represión de que están siendo víctimas los informadores sociales de Honduras. Una delegación de esa entidad, integrada por su presidente, Miguel Ángel Albizures, y el periodista Mario René Chávez García, viajó recientemente a la ciudad de Tegucigalpa para entrevistarse con la abogada Ana Pineda, secretaria en los Despachos de Justicia y Derechos Humanos, entregándole el Acuerdo emitido por la Junta Directiva apegista, a través del cual se expresa el más enérgico repudio por los atentados contra los colegas de ese país.
Mediante ese Acuerdo, la APG se solidariza firmemente con el gremio de prensa de Honduras, y exige del presidente Porfirio Lobo el respeto a las leyes nacionales y convenios internacionales que ha suscrito su país, así como el esclarecimiento inmediato de los asesinatos contra periodistas.
La APG pide a las organizaciones sociales y de la comunidad internacional, la más amplia solidaridad para los periodistas de Honduras, y una posición firme frente al gobierno de Tegucigalpa, demandando el respeto a la libertad de expresión, a la vida y a la integridad de los comunicadores sociales que están siendo amenazados