Factores de tensión en la gestión en el actual gobierno


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Después de un período de trabajo frenético por parte del presidente Otto Pérez en los primeros meses de su régimen y de una serie de decisiones rápidas y precisas, la situación mostraba una capacidad gerencial inédita en los presidentes del período democrático. Así consiguió impulsar la reforma tributaria, así empujó la creación del Ministerio de Desarrollo Social, rápidamente obtuvo un acuerdo con la minera para incrementar las regalías, sembró el debate en torno a la despenalización, enfrentó la caminata de los campesinos que vinieron de Cobán y atendió sus demandas, participó activamente en la agenda de competitividad, entre otras cosas.

Juan José Narciso Chúa


Cuando de súbito, se vinieron encima situaciones que caldearon su régimen y han dejado abiertas fracturas que resulta difícil avizorar que se vayan a curar en el corto plazo.  Estas condiciones son factores de tensión dentro de su esquema de gobierno.

El primer factor de tensión se ha abierto con la situación de salud, en donde lo primero que se observó fue un ministro con pocas luces y aún más ensombrecido por cerrar compras que sólo daban señales de grandes negocios, principalmente cuando se sabe que canceló a todas las personas que realizaban la función de administración financiera en ese ministerio.  Su relevo inmediato llegó con un nuevo nombramiento que levantó revuelo al grito de “todo está podrido”.

El turno de los fertilizantes produjo otro factor de tensión en donde las compras de dichos insumos tampoco pudieron ser lo más transparentes que se esperaba y entre idas y venidas y muestras de descontento, se concretizó la contratación, no sin dejar serias dudas de la transparencia.

Después llega FONAPAZ que resultó ser un funcionario de corte autoritario, sumado a poca transparencia en sus contrataciones, elPeriódico mostró con suma precisión la compra amañada de unas pilas, e igual quedó poco claro lo relativo a las láminas, en donde el propio gobernante trató de explicar detalles que por su jerarquía no debía ni siquiera tratar, sino al contrario, debió sustituir a este orondo funcionario, que encima de ello canceló a las personas que participaron en la junta de licitación, cuando él mismo firmó el acta de adjudicación.  Igual este mismo funcionario pretendía cambiar el status de la antigua comandancia en Quetzaltenango, venida a un centro cultural, a una sede para la Policía Nacional Civil.

El otro factor de tensión se mostró con la imposición de un estado de Sitio en Barillas, en donde no se pudo demostrar delito alguno de las personas capturadas, ni de los cateos realizados, e igualmente no hubo un avance en la investigación de la persona muerta y de los heridos, un ataque punitivo que desató una serie de desórdenes que terminaron en la puesta en práctica del estado de Excepción, que finalmente se canceló.

El otro factor de tensión se encuentra en el Congreso de la República, en donde luego de un tiempo en donde se pudieron impulsar varias leyes y se puso en juego mucha disposición para la negociación, se terminó en un letargo sospechoso, cuando todas las leyes de transparencia que complementarían la reforma tributaria y la Ley Antievasión II, se han quedado detenidas, sin dar señales de vida, así como la iniciativa de ley sobre Desarrollo Rural, hoy se ha quedado entre las presiones de la Cámara del Agro y la necesidad de su impulso por parte de las organizaciones campesinas y sociales.
Dentro de estos factores de tensión, lo que se hace difícil observar es cuál es la política particular que este gobierno pretende impulsar, pareciera que entró en un punto de letargo, propiciado por muchos momentos adversos y por demás poco transparentes en procesos de compras de grandes magnitudes como las medicinas y los fertilizantes y coincide con un bajón en el Congreso de la República.

Queda esperar un movimiento inteligente para romper con este ciclo coyuntural y adverso, para empujar temas sociales que merecen seriedad, iniciativas de ley que deben aprobarse, pues de otra forma la situación podría derivar en profundizar la opacidad y mayor conflictividad social.