Los valores morales ayudan a identificar a las personas, nos proporcionan el estado de ánimo y autoestima que necesitamos como base fundamental para construir nuestro futuro y edificar moral y espiritualmente un mejor país. El camino que nos conduce a mejorar nuestra calidad humana, es la libre realización de valores y de buenos hábitos, los cuales podemos considerar como gotas que forman las olas con capacidad extraordinaria para mover los océanos. Hay algo que me pone en que pensar y es ver cómo paulatinamente los valores humanos se han ido perdiendo. Pareciera como que la vida no tuviera ningún sentido y no valiera nada. Aún hay personas que no han aprendido la lección impartida por el Maestro Jesús, el hombre más grande de todos los tiempos que dijo: «Amaos los unos a los otros». Respeto, es uno de los pilares para una convivencia sana y pacífica entre los miembros de una sociedad, para practicarlo es necesario tener un claro concepto de los derechos fundamentales de cada persona; siendo uno de ellos y el principal, el derecho a la vida. Sin embargo, acá en Guatemala, en cuestión de segundos y por algo insignificante, cualquiera es capaz de quitarle la vida al prójimo. El respeto abarca todas las esferas de la vida, iniciando con nosotros mismos y sin olvidar el respeto a nuestros semejantes, a las leyes del país, a las leyes divinas, a las normas sociales, a la memoria de nuestros antepasados y a la patria que nos vio nacer. Todos somos útiles en la sociedad, todos nos necesitamos, somos gente importante, por lo tanto no es bueno discriminar, ni ignorar a nadie. «Nadie es lo suficientemente pequeño o pobre para ser ignorado», Henry Miller.