¿Habrá alguien que nos saque las castañas del fuego?


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Cada día se exhiben ejemplos dignos de ser calificados con los más duros epítetos como para enterrarlos a la mayor profundidad posible para que nadie pueda utilizarlos de ejemplos a seguir por la humanidad. Pero aunque a estas alturas nada debiera extrañarnos, no deja de asombrarnos que todo un Presidente de los Estados Unidos, por el afán de conseguir la reelección, se haya pronunciado a favor del matrimonio entre personas del mismo sexo;

Francisco Cáceres Barrios
fracaceres@lahora.com.gt


Como que toda una Contralora General de Cuentas de Guatemala haya declarado el 9 de mayo de 2012 a la Prensa que no extendería el finiquito a un ministro de Salud que había tomado posesión del cargo violando la Ley de Probidad a pesar de tener diversos cargos y denuncias en el Ministerio Público, como 22 sanciones administrativas, para que nueve días después, como si nada, hiciera todo lo contrario.

Bien dijo el célebre filósofo Fernando Savater que: “Por medio de la educación se puede lograr que los individuos tengan y conozcan otros valores que no sean simplemente los económicos” y que “Los poderes públicos no pueden cambiar los valores pero lo que pueden es fomentar su ampliación por medio de la educación”. Siempre he tenido el criterio y lo he expresado muchas veces a través de esta columna, que sin una sólida educación hogareña sumada a la recibida en la escuela, nunca vamos a poder contar con buenos ciudadanos, al contrario, de seguir en las mismas, solo estaremos creando cada vez más politiqueros o peleles llevados por el mundo hacia donde sopla el viento.

De ahí la existencia de tantas contradicciones que nos dejan con la boca abierta. Así vemos cómo se firmó ayer un pacto sumado a una costosa campaña publicitaria para engatusar a la población de que están haciendo todo lo posible por combatir eficazmente el delito, a pesar que las mismas autoridades están siendo capaces de crear esperpentos uniformados de negro, ribeteados de  letras doradas que retienen, maltratan y extorsionan a jóvenes impunemente y, por si  alguien duda de las barbaridades que cometen los  agentes de la PNC, basta encontrar las pruebas en la Unidad Contra las Extorsiones de la Fiscalía Contra el Crimen Organizado del Ministerio Público; en la Unidad contra Pandillas (PANDA) de la PNC, como en la Oficina de Responsabilidad Profesional (ORP) de la misma entidad (si no es que las esfumaron ya).

De ahí comparto e incluso incito a seguir el criterio de Savater cuando dijo: “En el mundo no hay nada más que los pueblos y lo que no hacen ellos no lo hace nadie. Por eso es necesario defenderse y se debe luchar. No se tiene que esperar a que te saquen las castañas del fuego otros países.” ¿Usted qué opina? ¿Nos habrá sacado de penas la mentada CICIG, que llegó precedida de tantas promesas que a la postre resultaron mentiras?