Quedará claro


Editorial_LH

Tras lo que ha sucedido desde la renuncia del ministro Arredondo hasta la ratificación tras obtener un finiquito “exprés” de Villavicencio, es momento de centrarnos en el resultado que tendrá esta gestión en una cartera que durante años ha sido utilizada para ordeñar los fondos del Estado por medio de los famosos contratos abiertos de medicinas que mantienen una permanente crisis del servicio de salud.


No es un secreto que los experimentos por mejorar el servicio de salud a los ciudadanos, han fracasado.  Aun cuando pueda haber contradicciones o diferencias al hacer análisis de la situación, en general el resultado es unánime para señalar un sistema que no funciona más que para hacer millonarios a algunos a costa de la salud del ciudadano de a pie.
 
  Villavicencio ha sido cuestionado, entre otras cosas, por procesos administrativos.  Ha sido parte de la denuncia de un caso en el que las vacunas por rotavirus han sido sobrevaluadas pero no ha levantado la voz para denunciar un sistema completo que se presta a ese tipo de sobreprecio.
 
  Y es que la gran responsabilidad del Ministro, si es que de verdad quiere demostrar que es un “Servidor Público”, es denunciar un sistema que él conoce porque ha fungido como Director de los dos más grandes hospitales nacionales y que termina siendo el de un pésimo servicio para los pacientes y un Ministerio que no tiene para cumplir con los insumos necesarios en la atención a los pacientes, pero que no se detiene antes de pagar 10 veces el precio de una pastilla para cumplir con esos contratos de quienes lucran con la enfermedad.
 
  El ministerio enfrenta un problema fundamental y es el de haber perdido la razón de su existencia.  Fue establecido para velar por la cobertura en salud a cualquier ciudadano que tuviera necesidad de ser atendido, pero se ha convertido en un centro de mercadeo en el que lo que importa es la asignación de esos millones de millones que “legalmente” se dan por medio del contrato abierto.
 
  Y lo peor es que esa “legalidad” en los contratos, hace que los que se benefician y los que los facilitan puedan seguir presentándose como exitosos hombres de empresa.  Ayer mismo, un exministro de salud que participó en todo este tipo de negocios, fue nombrado como secretario adjunto de un partido que se quiere presentar como líder de oposición.  Es ahora que este gobierno tiene la oportunidad de que  el ministro Villavicencio haga una presentación clara y completa de cómo se fragua la tranza.  Si no lo hace, nadie le creerá que no la conoce, que no la encontró o que hizo todo lo que podría para detenerla.  Simplemente, quedará claro que, como muchos dicen, es una parte de ese grupo que sabe y mantiene el control del ajedrez administrativo en Salud.

Minutero:
 Ahora quedará claro,
 a quien defiende;
que enfrente lo raro,
 porque él lo entiende