Kevin Garnett anotó 27 puntos, atrapó 13 rebotes y usó un dominante segundo parcial para ayudar ayer a los Celtics de Boston a vencer 107-91 a los 76ers de Filadelfia y tomar así una ventaja de 2-1 en las semifinales de la Conferencia del Este.
Tras cometer una costosa jugada ilegal en la derrota en el segundo partido, Garnett fue agresivo desde el comienzo ante los Sixers y no les dejó siquiera ilusionarse con una reacción en el cuarto período.
Garnett anotó 13 de los 32 puntos de Boston en el segundo parcial y los Celtics se convirtieron en el primer equipo en ganar por dobles dígitos. Los dos partidos previos fueron decididos por un punto.
Rajon Rondo tuvo 23 puntos y 14 asistencias. Paul Pierce, jugando con molestias en una rodilla, tuvo 24 puntos y atrapó 12 rebotes.
«Nuestra ofensiva finalmente se despertó», dijo Pierce. «Circulamos el balón. Sabíamos que eso era lo que teníamos que hacer para anotar 100 puntos».
El entrenador Doc Rivers, en tanto, elogió la actuación colectiva. «Pienso que muchos de los jugadores esta noche llegaron y no se pusieron a pensar qué no habían hecho bien», dijo Rivers. «Ellos llegaron y simplemente jugador».
Thaddeus Young anotó 22 puntos y Jrue Holiday añadió 15 para los Sixers. Lou Williams y Jodie Meeks aportaron 13 cada uno. Los titulares Elton Brand, Spencer Hawes y Evan Turner se combinaron para producir escasos 11 puntos.
El cuarto partido será el viernes en Filadelfia.
Salvo al final, Garnett estuvo desaparecido en el partido previo. Esta vez, los Celtics se aseguraron de sacar provecho de la presencia de Garnett bajo los tableros ante un rival que había ganado sus últimos cuatro partidos de local.
Después de totalizar apenas 21 puntos en los dos primeros partidos, Pierce se mostró más agresivo y demostró que tiene fuerza en sus piernas, pese a que está mermado por una dolencia en la rodilla izquierda.
«Así es él», dijo Rivers. «Así es como ha sido cuando está saludable. Paul es un luchador».
Los Sixers no habían sido anfitriones de un duelo de segunda ronda en la postemporada desde 2003, cuando el entrenador Larry Brown y el base Allen Iverson eran los baluartes del equipo.