La “solución” a los problemas que tenía el Ministro de Salud Pública nombrado sin poseer finiquito apunta a que el gobierno tendrá una victoria pírrica con el tema, puesto que a tragos y rempujones harán que el doctor Villavicencio reciba la constancia de no tener asuntos pendientes con la Contraloría y hasta el Ministerio Público diligentemente pedirá que se cierren los casos en contra del médico, pero quedará en la opinión pública un mal sabor de boca porque siempre habrá duda de cómo se logró solventar la situación.

A ningún presidente le agrada incurrir en un  error grueso como sería el nombramiento de una persona que no reúne las calidades para el desempeño de un cargo público, pero en todo caso la responsabilidad está en sus asesores que no hicieron el proceso de investigación adecuado para determinar si el propuesto tenía toda su papelería en orden. Solventar la situación interfiriendo con la Contraloría de Cuentas y con el Ministerio Público, desgasta a esas dos instituciones y aunque sea apenas una percepción, el caso es que la opinión pública tendrá siempre suspicacia sobre la calidad del funcionario.
 
  Creemos que el doctor Villavicencio tenía que tener conocimiento de los reparos en contra suya y de los procedimientos existentes. Si no los comunicó al Presidente en el momento en que le ofrecieron el cargo demostró falta de lealtad a su futuro jefe porque le comprometió innecesariamente con un problema que no ha sido fácil resolver. Pero expeditar el finiquito mediante influencias, al punto de que hasta la Fiscal contra la Corrupción ha dicho que cerrarán el caso contra el Ministro sin dar mayores explicaciones de por qué, no ayuda ni al Presidente ni al Ministro.
 
  Sobre todo tomando en cuenta que se trata de una de las carteras más expuestas al tema de la corrupción en el país. Una de las carteras más codiciadas por los que quieren hacer negocio con la compra de medicinas porque es allí donde se deciden los contratos abiertos que son la garantía del sobreprecio para la compra de tal abastecimiento.
 
  Y será difícil entender cómo es que un funcionario que ha tenido problemas administrativos en un hospital, es decir que no supo cómo manejar las finanzas en un nosocomio, podría ser eficiente en el manejo de todo el Ministerio de Salud. Porque aunque no hablemos de corrupción, hablamos de incapacidad para cumplir con la ley y eso es algo que tiene que remarcarse porque por desconocimiento o por lo que sea, se sancionó al doctor Villavicencio debido a que no respetó normas legales.

Minutero:
Los bancos siguen remisos
a proporcionar información
y por eso los fideicomisos
alientan la corrupción