El clima despejado permitió finalmente que los helicópteros de la fuerza aérea de Indonesia aterrizaran el sábado para recuperar los restos de algunas de las 45 personas que viajaban a bordo de un avión de fabricación rusa que se estrelló contra un volcán durante un vuelo de demostración.
Los investigadores aún no tienen rastro de la caja negra de la aeronave cuyo contenido podría explicar por qué el nuevo Superjet-100 Sukhoi se estrelló el miércoles contra las cuestas del Monte Salak cerca de la mitad de un viaje de 50 minutos con el que se pretendía atraer a compradores potenciales de la aerolínea indonesia.
Familiares de las víctimas rompieron en llanto mientras observaban a varios hombres bajar 10 bolsas negras con cadáveres de un helicóptero militar en una base aérea en Yakarta.
Las cuadrillas de socorristas que escalaron las laderas casi verticales del volcán dormido han tenido problemas para recuperar los restos de las víctimas, y no fue posible que los helicópteros aterrizaran debido a la gruesa niebla que envuelve a la montaña ubicada aproximadamente a 80 kilómetros (50 millas) al suroeste de Yakarta, la capital del país.
Se cree que todos los que viajaban en el avión murieron en el accidente, y los restos destrozados de la aeronave quedaron esparcidos por la espesa selva.
Los equipos, que incluyen a 15 escaladores profesionales, han llenado las 16 bolsas con los restos que han encontrado y el sábado siguieron con la búsqueda a lo largo de la empinadas laderas y en un barranco cercano al lugar del accidente, informó Gagah Prakoso, vocero de la agencia de búsqueda y rescate.
«También hemos desplegado un equipo para encontrar la caja negra, pero hasta ahora no ha sido hallada», dijo Prakoso.
El coronel Anton Chastila, un médico forense de la policía de Yakarta, dijo que su equipo ha recibido los restos y agregó que se desconoce cuántas víctimas se incluyen porque ninguno de los cadáveres se encuentra entero.
Cerca de 60 expertos forenses separarán los restos pieza por pieza y tomarán muestras de ADN para identificarlos, indicó Chastila.
El Superjet-100 es el primer modelo nuevo de un avión de pasajeros fabricado en Rusia desde que desapareció la Unión Soviética hace dos décadas, y fue diseñado para contribuir al resurgimiento de la industria aeroespacial del país.