El defensor de los derechos humanos Chen Guangcheng dijo hoy que el gobierno chino le ha prometido discretamente investigar los abusos que sufrieron él y su familia a manos de las autoridades locales, en una inusual postura de Beijing sometiéndose a las demandas de un activista.
La aparente disposición de Beijing para hacer caso a las quejas de Chen es otra señal de que la táctica que usó el mes pasado —cuando el activista chino huyó de su arresto domiciliario y se refugió en la Embajada estadounidense desatando una batalla diplomática— ha tenido éxito para hacer que las autoridades escuchen sus inquietudes.
Chen dijo que un representante de una oficina del gobierno central que se hace cargo de las quejas de los ciudadanos los visitó cuatro veces en el hospital de Beijing donde estaba internado, e incluso el jueves pasado le tomó una declaración.
«Después de tomar mi declaración, dijo que iniciaría una investigación de cómo fueron los hechos y que si hubiese acciones ilegales, entonces el tema definitivamente se abordará públicamente», dijo Chen.
Chen agregó que queda por ver qué tan seriamente investigará el gobierno los presuntos abusos cometidos por funcionarios locales que datan de 2005 después de que el activista enojara a las autoridades por documentar abortos de embarazadas casi a término y esterilizaciones en su comunidad rural.