Tres fotógrafos de prensa y una mujer relacionada con uno de ellos fueron hallados muertos ayer en el estado de Veracruz, el mismo donde hace menos de una semana mataron a una periodista del semanario mexicano Proceso.
Organizaciones que defienden la libertad de prensa dijeron que los tres fotoperiodistas habían abandonado el estado el año pasado por miedo a ataques. Uno de ellos había sido atacado por la policía federal hace cuatro años mientras cubría un accidente automovilístico.
Defensores de derechos de periodistas hicieron el jueves un llamado al gobierno a tomar medidas para proteger a reporteros de la región de la costa del Golfo de México, ya que han asesinado a siete reporteros y fotógrafos en Veracruz desde marzo de 2011.
Los fotógrafos que fueron encontrados en la zona metropolitana del puerto de Veracruz cubrían notas policiacas, una fuente que muchos medios mexicanos han dejado de reportar por temor a ataques.
La policía naval encontró en cuatro bolsas de plástico negras los cuerpos desmembrados y con marcas de tortura en el área de Boca del Río después de que personas reportaron el hallazgo sospechoso en un canal de agua, informó la Procuraduría de Justicia del estado.
Uno fue identificado como Guillermo Luna Varela, fotógrafo de veracruznews.com.mx., una agencia de noticias local. Su pareja sentimental, Irasema Becerra, fue identificada por familiares como otra víctima del crimen, según la fiscalía.
Otra de las víctimas fue Gabriel Huge, que según la autoridad «se dedicaba a actividades particulares», aunque hasta el 2011 trabajó como fotógrafo del diario Notiver. Medios locales dijeron que Huge era tío de Luna. Había abandonado el estado después del asesinato de una reportera colega y regresado como periodista de una radiodifusora.
La policía también localizó el cuerpo de Esteban Rodríguez, quien fue fotógrafo hasta agosto de 2011 para el diario local AZ, y quien actualmente trabajaba como soldador en un taller mecánico.
Por las características de los homicidios «se presume la participación de la delincuencia organizada», informó la fiscalía en el comunicado aunque no dio más detalles.
Artículo 19, una organización de libertad de expresión con sede en Londres, dijo que los tres fotógrafos eran parte de un grupo de 13 periodistas que se habían exiliado en otros estados por amenazas después de la muerte de una periodista de la fuente policiaca el año pasado.
En 2008, Huge dijo al Comité para la Protección de los Periodistas (CPJ, por sus siglas en inglés) que había sufrido un ataque por parte de elementos de la policía federal, quienes lo habían golpeado y llevado de una escena de un accidente en una camioneta.
El CPJ condenó los asesinatos de los fotoperiodistas, que consideró refleja la «crisis» que vive el país en la fecha que se celebra el Día Internacional de la Libertad de Prensa.
«Veracruz ha visto una ola de violencia letal contra la prensa que está sembrando el miedo y la autocensura», señaló Carlos Lauría, de CPJ, con sede en Nueva York.
El hallazgo ocurrió cinco días después de que autoridades estatales localizaron el cuerpo de Regina Martínez, corresponsal de la revista mexicana Proceso, en lo que las autoridades creen fue un homicidio que provocó la indignación de diversos sectores en el país.
México es uno de los países más peligrosos para periodistas ya que se han incrementado ataques contra el gremio conforme ha aumentado la violencia ligada al crimen organizado desde que el gobierno federal lanzó una ofensiva contra los carteles del narcotráfico en diciembre de 2006.
Algunas oficinas de medios han sufrido ataques con granadas que han provocado incendios y han sido amenazados para no publicar noticias del narcotráfico. A veces, los medios en línea han sido los únicos en reportar notas de crimen.
Veracruz ha sido uno de los estados más afectados en años recientes por la violencia del narcotráfico, pues se trata de un lugar de tránsito de drogas y migrantes que viajan hacia Estados Unidos. Últimamente ha sido campo de batalla entre el cártel de los Zetas y Nueva Generación, una pandilla aliada con el cártel de Sinaloa.
Los incidentes en Veracruz aumentó en septiembre, cuando hombres armados abandonaron 35 cuerpos torturados en una avenida principal en Boca del Rio. En diciembre, el gobierno despidió a la policía entera, u 800 elementos, del puerto de Veracruz y Boca del Rio y ahora es patrullada por la marina.
La violencia afectó a los periodistas. El año pasado, tres de ellos fueron asesinados en el estado.
En julio de 2011 la periodista Yolanda Ordaz de la Cruz, reportera de asuntos policiales del diario Notiver, fue encontrada degollada.
Un mes antes fue asesinado a tiros otro periodista de Notiver, Miguel Angel López Velasco, columnista y subdirector editorial del diario. Murió acribillado junto con su esposa y uno de sus hijos.
También en junio de 2011 fue encontrado el cadáver de Noel López, quien trabajaba para los semanarios Horizonte y Noticias de Acayucan, así como para el diario La Verdad. Había sido reportado como desaparecido desde principios de marzo.
El director de veracruznews.com.mx, Martín Lara, dijo a The Associated Press que Luna, a quien sus colegas habían visto por última vez el miércoles cubriendo un accidente vial, era fotógrafo de la sección policiaca y lo describió como «un joven tranquilo» y «un buen muchacho».
Dijo que no sabía si Luna había recibido recientemente alguna amenaza, pero refirió que en el 2011 sí había sido intimidado al punto que abandonó el estado y dejó de trabajar por algunos meses en la agencia.
«El año pasado sí tuvo una amenaza y se tuvo que ir», dijo Lara, aunque aseguró no conocer más detalles.
La Comisión Nacional de Derechos Humanos del país informó que 74 empleados de medios han sido asesinados entre 2000 y 2011. Sin embargo, el CPJ mantiene que 51 han muerto en ese período.