El enfrentamiento de anoche entre los Celtics de Boston y los Hawks de Atlanta distó de ser el gran «preestreno» aun cuando se antojaba que fuera una probadita de la serie entre ambos equipos en la postemporada de la NBA.
Joe Johnson anotó 30 puntos y Atlanta ganó por 97-92 a los Celtics, que prescindieron de varios de sus jugadores. Con el triunfo, Atlanta dio un paso adelante y amarró la ventaja del partido de local contra Boston en la primera ronda de los playoffs.
Sin embargo, los Celtics apenas fueron una sombra de lo que son.
Los titulares Rajon Rondo, Paul Pierce y Kevin Garnett, así como los sustitutos importantes Ray Allen y Mickael Pietrus no salieron a la cancha. Para colmo, ambos conjuntos exhibieron defensiva débil en la primera mitad y Atlanta se fue arriba en el marcador 58-49.
Johnson anotó 23 puntos, el escolta de Boston, Avery Bradley, anotó 17 de sus 28 tantos —la cifra más alta de su carrera— y ambos equipos acertaron 23 de 38 lanzamientos en los primeros dos cuartos para una eficacia de 60,5%.
Rondo, Allen y Pietrus se quedaron en Boston debido a lesiones, en tanto que el piloto del equipo, Doc Rivers, dio descanso a Garnett y Pierce, que habían jugado 11 encuentros en 15 días.
Sin embargo, Boston tuvo más energía aun cuando utilizó jugadores que rara vez envía a la cancha. Los Celtics se acercaron a un punto en cinco ocasiones en el último cuarto antes de que Johnson acertara una canasta triple a 1:56 del final para poner a Atlanta arriba 90-86.
Los Hawks no soltaron la ventaja, pero terminaron insatisfechos.
«Quedamos poco intranquilos», señaló Johnson. «Siento como si no hubiéramos desplegado nuestro mejor juego». apuntó.
Bradley, quien ocupó desde hace varias semanas el lugar titular de Allen como escolta cuando éste tuvo problemas tras la operación en un tobillo, pasó al puesto de base de Rondo y rindió en anotaciones para los Hawks.
Bradley consiguió 12 puntos en el primer cuarto y sorprendió a los Hawks en diversas formas ya que con 28 unidades superó las 23 que eran la anterior marca de su carrera.
«Cuando… se entra en la cancha y se sabe que ellos (Garnett y Pierce) no van a jugar… no sé si algo surte un efecto mental, pero (los que ingresan) se vuelven mucho (más) impredecibles», señaló el alero Josh Smith, quien logró 19 puntos y 12 rebotes.
«Bradley tuvo un juego formidable en lugar de ellos. No sabía que él era capaz de esa actuación», agregó.
En otro partido, los Spurs de San Antonio derrotaron por 121-97 a los Lakers de Los Ángeles y estropearan el regreso a las canchas de Kobe Bryant. Tim Duncan, Tony Parker y el argentino Manu Ginóbili todos anotaron al menos 20 puntos para los Spurs, líderes de la Conferencia del Oeste.
Bryant, que no había jugado los anteriores siete partidos debido a una lesión en la espinilla izquierda, anotó 18 puntos, tras acertar siete de 12 lanzamientos de campo.
Los Lakers acumulaban foja de 5-2 sin el máximo anotador de la NBA. Cuando sólo restan dos encuentros de temporada regular para Los Ángeles (40-24), Bryant hizo su regreso con miras a entrar en ritmo antes del inicio de la postemporada.
Bryant jugó con un tipo de calcetín negro que le protegió la parte lesionada.
«Estoy de regreso», expresó Bryant. «Me tomó la mitad del partido. Hasta la segunda mitad sentí que entré en ritmo. El partido se nos fue de las manos», señaló.
En los demás resultados de la jornada en la NBA, Memphis 85, Charlotte 80; Cleveland 98, Nueva York 90; Dallas 104, Golden State 94, y Oklahoma City 103, Sacramento 92.