Una visión retrospectiva del conflicto armado que cobró casi 70.000 muertos en el Perú durante las décadas 1980 y 1990 se presenta en Nueva York a través del lente de dos generaciones de cineastas peruanos.
PERUFEST trata de crear «un amplio espacio para los nuevos cineastas peruanos que buscan reconocimiento en otros escenarios fuera de su país», destaca Claudia Salazar, organizadora del evento cuya segunda edición arranca mañana en el auditorio del Centro King Juan Carlos I de España de la Universidad de Nueva York (NYU), donde permanecerá hasta el 27 de abril.
El tema central de PERUFEST 2012 es la relación de la cinematografía y la memoria del conflicto armado, que ha dejado una secuela entre los peruanos que vivieron esa época.
Mi generación «creció con ese miedo a las explosiones y los apagones», señala Salazar. «Recuerdo que muchas veces hacíamos nuestras tareas alumbrados por una vela, o la gente se espantaba si veía un vehículo estacionado en un mismo lugar por mucho tiempo, por temor a los coches bomba», añade.
Esas vivencias son plasmadas en los documentales y películas de cineastas de entre 25 y 55 años de edad, procedentes de diversos sectores de la sociedad peruana.
La realizadora Rosario García Montero inaugura la muestra con «Las malas intenciones» (2011), un enfoque existencial y fatalista a través de la experiencia de una niña, que cautivada por las noticias sobre los ataques de Sendero Luminoso y fascinada por las biografías de los héroes peruanos afirma que morirá el mismo día que nazca su hermanito.
Algunas de las películas a exhibirse fueron filmadas durante esos años difíciles del conflicto, como es el caso de «La vida es una sola» (1992) de Marianne Eyde, que relata una historia descarnada en una comunidad del Cusco que se ve atrapada entre dos fuegos en plena guerra interna.
Otros abordan el tema de la memoria. El joven cineasta Héctor Gálvez lo hace a través del documental «Lucanamarca», sobre la matanza de 69 personas en un pueblo de los Andes ayacuchanos, y del drama social «Paraíso», que sigue a cinco adolescentes, hijos de familias desplazadas de las zonas de violencia que pasaron a engrosar el cinturón de pobreza que rodea a la capital peruana. Sus dos filmes cierran el festival.
Entre los ocho documentales en PERUFEST 2012 llama la atención, entre otros, «1509: Operación Victoria» de Judith Vélez, sobre la captura de Abimael Guzmán, líder de Sendero Luminoso, a manos de un grupo de élite del Servicio de Inteligencia peruano. El festival, que es producido por el Centro King Juan Carlos I de NYU y es auspiciado por el Centro de Estudios de América Latina y el Caribe y el Departamento de Español de la misma universidad y algunos medios locales, presentará en sus ocho días 12 largometrajes, 3 mediometrajes y 12 cortos.
Entre los realizadores participantes destacan Claudia Llosa, cuya película «La teta asustada» estuvo nominada a un Oscar; Josué Méndez, Julio Ramos, Heddy Honigmann, Fernando Vilchez y Maya Watanabe.
Varios cineastas estarán presentes para sesiones de preguntas y respuestas después de cada filme.
La entrada a las funciones es gratuita.