La presencia de efectivos del Ejército de Guatemala en poblaciones que fueron afectadas de forma directa por la guerra interna, podría crear desconfianza o limitar la participación de comunidades en las elecciones de noviembre próximo.
Según Roberto Landaverry, coordinador del proyecto de observación electoral, de Acción Ciudadana, las poblaciones indígenas del occidente del país son las áreas que se muestran más sensibles al respecto.
Razón por la que una de las recomendaciones que se harán llegar al Tribunal Supremo Electoral (TSE) es la no aprobación de presencia de elementos de las fuerzas castrenses en centros de votación en las comunidades rurales que mantengan similares características históricas.
La medida responde al plan de descentralización de las juntas receptoras impulsadas por el tribunal electoral, el cual instalará centros de votación en pueblos y aldeas en donde en ningún proceso anterior se tuvo presencia; esto con el propósito de evitar el denominado «acarreo» que los partidos políticos realizaban en las comunidades apartadas hacia los centros electorales.
Según Landaverry, la cantidad de elementos de la Policía Nacional Civil (PNC), es insuficiente para cubrir los requerimientos de seguridad de los comicios de noviembre próximo, por lo que se justifica el apoyo del ejército, pero debe tomarse en cuenta este señalamiento con el fin de evitar cualquier tipo de inconveniente.
El TSE ha informado que planea además contratar los servicios de empresas de seguridad privada para brindar mayor orden y seguridad en los comicios.