Una etapa crucial se espera hoy en la batalla de titanes europeos por la toma de control del banco holandés ABN Amro: un tribunal de Amsterdam decide sobre su filial estadounidense LaSalle, codiciada por varias candidatos a la compra.
La Asociación de accionistas (VEB) holandeses, representada en el capital de ABN Amro, pidió al Tribunal de Comercio que se paralice la venta de LaSalle al Bank of America (BoA) por 21.000 millones de dólares (15.500 millones de euros), prevista en el marco del proyecto de compra del banco holandés por el británico Barclays.
La VEB alega que se trata de una decisión mayor que debe ser sometida a voto de los accionistas.
Según los términos del contrato entre ABN y BoA, una oferta superior puede ser presentada antes del lunes 6 de mayo. Pero le bastará entonces a la BoA igualar esta oferta en los cinco siguientes días para hacerse con la operación.
Apoyado por el fondo de inversiones especulativo TCI, la VEB estima que esta cláusula favorece la oferta de compra amistosa de Barclays en detrimento de otras propuestas, entre ellas especialmente la del consorcio constituido por el británico Royal Bank of Scotland (RBS), SCH (España) y Fortis (Belgica), que también aspiran a hacerse con ABN Amro.
Si uno u otro proyecto de compra se lleva a cabo, se trataría de la mayor fusión bancaria jamás realizada en el mundo.
Según los pequeños accionistas holandeses, a quienes interesa obtener el mayor valor, el montaje de la venta de LaSalle í Bank of America es una «píldora envenenada» destinada al consorcio RBS, que ofreció de manera informal 72.000 millones de euros por ABN Amro, contra 67.000 millones por parte de Barclays.
Esta oferta del consorcio no es solamente superior a la del Barclays, sino también es en 70% en numerario mientras que la del grupo británico, anunciada el 22 de abril, está prevista mediante un intercambio de acciones.
Si el Tribunal de Comercio le da la razón hoy a la VEB, los analistas prevén que el consorcio se apresurará a lanzar una oferta sobre el conjunto del grupo.
Durante una audiencia el sábado pasado, en Amsterdam, la dirección de ABN Amro -que se enfrentó a la cólera de los accionistas reunidos en asamblea general- negó haber falseado la competencia al negociar con la BoA la venta venta separada de LaSalle, en cuatro días, según su declaración.
Según el abogado del grupo, una decena de candidatos a la compra de LaSalle se manifestaron desde este anuncio.
El martes, uno de los accionistas mas activos de ABN Amro, el fondo de inversiones TCI, exigió que el presidente del banco, Rijkam Groenink, sea «inmediatamente» destituido de su cargo.
TCI teme que «Groenink carece de la intención de negociar de buena fe con el consorcio RBS» y lo acusa de «no haber actuado en interés de los accionistas».