El Presidente de Guatemala anunció la tercera fase del Pacto Fiscal, que es aumentar el crecimiento económico del país. La primera fue la actualización tributaria y la segunda las leyes de transparencia. Analistas coinciden que el crecimiento económico no es sinónimo de desarrollo, y que éste se limita, en parte, debido a la opacidad en el gasto del presupuesto.
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El gobierno planea tomar acciones hacia sectores de exportación de frutas y verduras, además de impulso al sector turístico, cuyo resultado sea incrementar la producción anual del país en aproximadamente 4 por ciento. La proyección actual del Banco de Guatemala, es de 3.3 por ciento, como máximo.
Según Eduardo Velásquez, profesor titular VIII del Centro de Estudios Urbanos y Regionales (Ceur), de la Universidad de San Carlos, la diferencia entre crecimiento económico y desarrollo económico radica en que el primero se mide por el aumento de la tasa de variación del Producto Interno Bruto (PIB), pero no considera redistribución de la riqueza del país.
En ese sentido, destacó que hay países de Sudamérica que crecen a tasas de más de 8 por ciento anualmente, pero no implica ningún tipo de desarrollo social, “no hay mejoramiento de las condiciones de vida, no hay reducción de la pobreza, no se distribuye mejor el ingreso a través del gasto público”, resaltó.
Para conseguir el desarrollo, el experto dijo que “el crecimiento económico es indispensable”, pero que este debe beneficiar “a otras capas sociales, que no tenían acceso o lo tenían limitado a la nueva riqueza creada”, a través de una filtración de esta.
“Naturalmente”, dijo el analista, “el desarrollo económico nos lleva a todas las variables que incluyen el desarrollo humano”, que serían los índices de carácter demográfico y social, como “reducción de la pobreza, reducción de tasas de mortalidad materna, reducción drástica de la desnutrición infantil”, entre otras, agregó el economista.
Pedro Prado, de la Asociación de Investigaciones Económicas y Sociales (Asíes), coincide con Velásquez, en que el desarrollo implica esas variables, además del crecimiento. “En la medida que el crecimiento económico permita que la población satisfaga sus necesidades, entonces estaríamos hablando de un crecimiento acompañado de desarrollo social”, destacó.
LIMITANTES AL DESARROLLO
Las tasas de crecimiento económico del país “son bajísimas”, calificó Velásquez, porque “¿quién quiere venir a invertir?”, se preguntó. Guatemala es un país “sin una infraestructura apropiada de comunicaciones, todo los recursos se los han estado robando con una corrupción terrible”, agregó.
De esa cuenta, se adeudan aproximadamente Q8 millardos a constructores de parte del Ministerio de Comunicaciones, “y no hay carreteras o están en pésimas condiciones”, además, “los puentes están destruidos, porque cada vez que llueve se caen”, destacó.
Prado agregó, que el tema de seguridad “es un factor determinante importante”, para la atracción de inversión extranjera y motivación de la nacional, porque “la inseguridad en los últimos años ha sido un obstáculo serio”, resaltó.
DISCURSO ES INSUFICIENTE
A criterio de Eduardo Velásquez, los paquetes de leyes de transparencia deben ser revisados y discutidos “democráticamente con la sociedad”, porque “no se pueden seguir imponiendo las cosas”, destacó, “como lo ha hecho el Congreso, que quieren que nadie diga nada y los diputados lleguen simplemente a levantar la mano”, tema que ha propuesto al interior del grupo de expertos económicos conocido como “G-40”.
Por último, dijo que “la justicia tiene que jugar su papel”, porque “en un sistema como el nuestro, donde los corruptos son premiados, nunca son apresados, nunca les pasa nada”, se envía un mensaje inadecuado a la población. Por ejemplo, “el caso de los dos expresidentes del Congreso”, Eduardo Meyer y Rubén Darío Morales, el mensaje que se envía a la población, sin que a ellos se les deduzca responsabilidades, “es que uno se puede robar Q82 millones y no le pasa nada”.