Quién me ha robado el mes de abril?
Joaquín Sabina
En la posada del fracaso donde no hay consuelo ni ascensor, el desamparo y la humedad comparten colchón. Y cuando por la calle pasa la vida como un huracán, el hombre del traje gris saca un sucio calendario de bolsillo, y grita:
¿Quién me ha robado el mes de abril? ¿Cómo pudo sucederme a mí? Pero, ¿quién me ha robado el mes de abril? Lo guardaba en el cajón donde guardo el corazón.
La chica de BUP casi todas las asignaturas suspendió, el curso que preñada aquel chaval la dejó. Y cuando en la pizarra pasa lista el profe de latín, lágrimas de desamor ruedan por la página del block, y en el escribe:
¿Quién me ha robado el mes de abril? ¿Cómo pudo sucederme a mí? Pero, ¿quién me ha robado el mes de abril? Lo guardaba en el cajón donde guardo el corazón.
El marido de mi madre que en el último tren se largó, con una peluquera veinte años menor. Y cuando exhiben esas risas de Instamatic en París, derrotada en un sillón se marchita viendo Falcon Crest, mi vieja y piensa:
¿Quién me ha robado el mes de abril? ¿Cómo pudo sucederme a mí? Pero, ¿quién me ha robado el mes de abril? Lo guardaba en el cajón donde guardo el corazón.