R E A L I D A R I O (DCCXIII)


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LOGOMAQUIA. Si alguien, de manera perversa y alevosa, desea ponerme entre la espada y la pared, contra las cuerdas (de un imaginario cuadrilátero), en un dilema o en un callejón sin salida, sólo debe preguntarme qué soy, qué me considero, con qué me identifico, si tirio o troyano, una de dos.

René Leiva


De manera seudosalomónica, puedo responder que la mayor parte del tiempo, cuando duermo, tomo mis alimentos, trabajo, camino por las calles, escucho música, leo, juego con el  “Cuate” (mi perro), hago oficios domésticos, refocilo, follo, me aseo, etcétera, no soy tirio ni troyano; a veces una mezcla dialéctica de ambos bandos, y por fugaces instantes perfectamente olvidables uno u otro pero sin consciente diferenciación o deliberada parcialidad.
Hace 30 siglos, cuando tirios y troyanos vivían en disputa, yo era una futura mezcla de maya, ibero, árabe, judío, congolés o guineano, con todo (o nada) lo que eso significa a la hora de tomar partido monolítico en trasnochados bizantinismos endémicos.
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CRETINISMO INFORMÁTICO.  Hoy en día prolifera cierto cretinismo no del todo incipiente, inoculado entre intelectuosos de electrónica retórica, quienes cuando evocan hechos del pasado cercano o remoto a cada momento nos recuerdan que entonces no existían las computadoras, los teléfonos celulares, la Internet, los mensajes de texto, las videoconferencias ni los robots de origen biológico o humanos cibernéticos.  “Como Alejandro Magno carecía de celular para comunicarse con sus generales durante la fracasada invasión a India, se vio obligado a enviar mensajeros a caballo, etcétera.”  “Impedido de remitir mensajes de texto a Hernán Cortés para pedir instrucciones, Pedro de Alvarado tuvo que echar mano de su ingenio para…”  “Si Adán y Eva hubiesen pertenecido a una red social electrónica, tal vez Dios lo hubiera pensado dos veces antes de arrojarlos del jardín del Edén.”  “De haber tenido ordenador, no importa la marca ni el modelo, los conservadores y mantenedores quichés prehispánicos del Popol Vuh nos habrían legado de forma clara y accesible las sucesivas versiones vernáculas del también llamado Manuscrito de Chichicastenango.”  Así manejada, la informática cretinizada no tiene cotos ni lindes.
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“Ojo por ojo y el mundo se quedará sholco; diente por diente y el mundo se quedará choco”
Epidídimo de Cadmio, siglo III a. de J.C., en traducción libre del griego.)