Derivado de la Cumbre de Presidentes de Centroamérica, para dialogar sobre el tema de las drogas, historiadores concluyen en que la división de la región ha sido una constante a lo largo del tiempo de la política en el Istmo.
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De esa cuenta, Haroldo Rodas, historiador, considera que como nación a los países centroamericanos “nos desintegraron desde la independencia”, en 1821. Por eso, aunque parece que fue el momento de unidad regional por la emancipación política común, a partir de ese momento hubo “muchas desavenencias”, apuntó.
En ese sentido, en 1823 el Istmo termina de dividirse, por la diversidad de intereses que existieron de diversos sectores, por tanto, “en el caso actual -el disenso-, es resultado del proceso histórico”, señaló Rodas.
El también historiador Celso Lara, por aparte, coincide con Rodas en el sentido que la división centroamericana en su postura, viene desde principios del siglo XIX. Además, señaló que las divergencias entre Guatemala, Salvador y Honduras siguen latentes, por lo que no logran concretar acuerdos importantes.
Ambos expertos en el tema, consideran que respecto de las drogas debe haber una posición regional común, y no de cada país en forma individual, pues piensan que el Istmo sigue poniendo los muertos, cuando solamente es una región de paso natural de las drogas entre mercados.
Por último, uno de los países que apoya el diálogo, dijo Rodas, podría deberse a la necesidad de un eventual apoyo por diferencia territorial con uno de sus vecinos. “Nos fuimos partiendo, a pesar de un origen tan común”, finalizó.