Tiger Woods por fin le devolvió al golf la emoción de lo que lo hizo tan famoso: ganar.
Dos semanas después de otra aparente lesión, y dos días antes de que salga a la venta el libro de su ex entrenador, Woods se vio ayer tan dominante como siempre en el torneo por invitación Arnold Palmer.
Fue su primera victoria en el tour de la PGA desde un escándalo sexual a fines de 2009 que derivó en una de las caídas más estrepitosas de un atleta en la historia de los deportes. Y con el Masters de Augusta a sólo dos semanas de distancia, Woods se vio el domingo más capaz que nunca de buscar romper el récord de más majors que posee Jack Nicklaus.
Woods finalizó la última ronda con 70 golpes, dos debajo del par, una ventaja de cinco sobre Graeme McDowell.
Hace dos semanas la interrogante era si podría volver a jugar. Ahora es si puede dominar este deporte como solía hacerlo.
Aún cuando ganó el torneo no oficial Chevron World Challenge en diciembre, el triunfo en Bay Hill fue importante para Woods debido a que se trató de un torneo de la PGA contra un grupo fuerte de adversarios, y tuvo un desempeño tan preciso que nunca se vio seriamente amenazado en los últimos nueve hoyos.
El último hoyo fue meramente una formalidad. Woods dio golpecitos a su putter en el césped mientras esperaba su turno, consciente de que llegaban a su fin los 30 meses en que no había ganado en el tour de la PGA. Se retiró del green con el brazo extendido al tiempo que agitaba su gorra para despedirse del público que lo vitoreaba en la galería.
«Se siente bien. Se siente realmente bien», dijo Woods antes de firmar su tarjeta. «Ha sido mucho trabajo duro».
Woods terminó el torneo con un total de 275 golpes, 13 bajo par de campo, con los que obtuvo su 72do triunfo en la PGA, uno menos que Nicklaus para ocupar el segundo lugar en la lista de más victorias.
Pero ése no es el récord que Woods quiere. Ha ganado 14 torneos major, cuatro menos que Nicklaus, y a partir del 5 de abril en el Masters intentará romper una racha de cuatro años seguidos sin ganar un major.
«Estoy emocionado, sin duda», dijo Woods. «Espero con ansia (aprovechar) el impulso que he construido aquí».
El argentino Andrés Romero y el colombiano Camilo Villegas terminaron con un total de 291 golpes, tres sobre par, mientras que el venezolano Jhonattan Vegas sumó 300 golpes, 12 sobre par de campo.