Neymar no quiere marcharse del Santos sin lograr algo histórico, algo por lo que se recuerde al jugador y que le permita marcharse tranquilo. El pasado año ya ganó la Libertadores aunque no la Liga brasileña ni el Mundial de Clubes. Un mal sabor de boca que quiere quitarse probablemente este año, aunque las cosas no serán nada fáciles.

Neymar arrancó del mejor modo en la Copa Libertadores con un hat-trick para enmarcar, con dos goles similares en un mismo partido, parecidos al que marcó Ronaldo en el Barça frente al Compostela. El jugador, envalentonado, agarraba la pelota en el centro del campo y activaba el turbo, una velocidad intrépida mientras sorteaba rivales de uno en uno. Precisamente ridiculizó ni más ni menos que al Internacional de Porto Alegre y a sus defensores, que nada podían hacer para pararlo.

Lo que venía a la cabeza de cualquier espectador ajeno era que el equipo rival era muy malo o que el jugador es una locomotora imparable. Y así es. Esta segunda opción es la que le corresponde al jugador. Neymar está en la órbita del Barça y del Madrid, y se ha dejado querer en más de una ocasión. Cuando parecía que tenía un pie fuera, retrocedió para seguir en el Santos. El joven futbolista quería seguir creciendo en este equipo, quizás porque si se trasladaba hacia Europa su destino le acercaba a jugar al lado de Leo Messi o de Cristiano Ronaldo, por lo que fue precavido y escogió el camino del progreso. De todos modos, también había una segunda intención: lograr ser leyenda con el Santos

Neymar es un jugador destinado para el ataque. Es un enganche perfecto aunque también sirve como volante. Lo que está claro es que el jugador debe aprovecharse desde atrás, cuando antes tiene el balón en los pies, a mejor puerto llegará la jugada. De nada serviría tener un crack así estático en la delantera ya que todo su potencial por ofrecer vendría a menos. En el Santos destaca por encima de todos, y quizás se trate de la joya actual de América, un continente que fabrica jugadores estelares cada cierto tiempo, que acaban estallando en Europa ofreciendo un fútbol espectacular.

Neymar por ahora sigue en Brasil, pero se acerca el final de las competiciones en Europa y los clubes más ambiciosos ya comienzan a preparar sus ofertas. El sueño del delantero es recalar en el Barça y jugar con Messi, y ya pidió a Pep Guardiola que le llevara con él hacia el Barça. El equipo azulgrana necesita reforzar la corta aunque excelente plantilla que tiene, y Neymar tiene muchos números de acabar en la Ciudad Condal. Veremos el progreso de esta ‘bala’ en la Libertadores que está empujando a su equipo, por el momento, hasta la siguiente ronda.