EN EL NOMBRE DEL PADRE


En esta prédica, hablaremos de las maravillas de DIOS a través de su doctrina, porque Él con su poder obra milagros en la fe del que cree en un Padre que le ama y le prodiga amor.- En un acto paternal Espiritual que, despierta lo azaroso que es la vida y se busca por donde hay que cruzar.

Jesús Alvizúrez A-1 202839

 


Siguiendo el paso de lo indiscutible que es la palabra, porque esta palabra no es de ningún come tortillas de la tierra, es del que se alimenta del pan espiritual en los amplios palacios que están en la parte desconocida de un mundo que afortunadamente no es material.- Este está construido con material esencia del alma que, alimenta al espíritu y nadie puede desvanecer, porque tiene vida por el Creador de los elementos que están conformados en lo que se siente y no se ve.
Dios de vida bendito seas, porque a cada momento te encontramos, te reclamamos, te necesitamos en los ataques diversos que en el espíritu se debaten, porque hay muchas diversas teorías que la luz quieren ver.-
Cansadas están ya de pertenecer, de existir en las sombras a donde su pecado oculto en su diminuto cerebro se ha mantenido, porque el pecado no está en el correr del viento terrestre, si no en el viento que dentro del humano se evapora, en sus propias dolencias, las cuales atacan el corazón para que pierda la sensibilidad que Dios puso en él.
Dios, es de poder omnipotente y tiene todos los elementos extraídos de la raíz de la vida, de aquellos que se llamaron cristianos primitivos, donde unos creyeron y otros soslayaron la doctrina del Cristo que, en un acto de amor la impartió, la lanzó con poder de vida para que el que la tome la asimile, para honra y gloria suya.
Dios no tiene límites en su poder y este se extiende más allá de la vida, porque la vida está condensada en su amor y en el designio la muerte, este es un mandato irreversible que debe de cumplirse en el despojo de la carne, encubrimiento transparente del alma, sustancia del espíritu que no se desvanece.
Dios es amor, de misericordia y perdón. Padre, Hijo y Espíritu Santo, tres nombres gloriosos que en todos los ámbitos de la tierra y en las ondas etéreas del Universo, tienen conformado el poder más grande, construido a base de una fe y creencia inamovible, dentro del corazón que les profesa devota devoción.