Damrau, Florez hechizan en el Met


cul26_2

Rara vez un elenco y una audiencia disfrutan de una velada como sucedió en la reposición de «L’elisir d’amore» de Donizetti en la Metropolitan Opera.

Por RONALD BLUM NUEVA YORK / Agencia AP

Diana Damrau, Juan Diego Florez, Alessandro Corbelli, Mariusz Kwiecien y Layla Clare generan diversión irresistible y contagiosa en la producción sencilla, vieja pero todavía eficaz de John Copley de 1991. Hay bailes tontos, gestos cómicos, pavoneos, trajes graciosos y aspavientos.

Y un canto maravilloso.

La coloratura efervescente y los agudos penetrantes de Damrau en el papel de Edina combinan perfectamente con el delicioso canto de Florez, el monarca reinante de los tenores líricos ligeros y un Nemorino encantador. Ambos habían protagonizado en el Met «El barbero de Sevilla» y «El conde Ory» de Rossini, así como en «La hija del regimiento» de Donizetti, y la química es total.

Súmese a esto el chiflado Dulcamera de Corbelli, el gracioso sargento Belcore de Kwiecien y la conmovedora Giannetta de Clare, y no cabe duda que la producción de Copley está recibiendo una estupenda despedida. El año próximo será reemplazada por una nueva producción de Bart Sher que, según el anticipo publicitario, mezclará «encanto superficial» con «verdadera emoción».

La función del viernes, la cuarta de un total de ocho hasta el 31 de marzo, recibió una serie de ovaciones estruendosas. La última función será transmitida internacionalmente por radio.

El peruano Florez conmovió con su interpretación de «Una furtiva lagrima», el aria emblemática de esta ópera, y provocó carcajadas con su baile cómico.

Donato Renzetti, quien regresó al Met por primera vez desde que dirigió «La Boheme» de Puccini en 1989, obtuvo de la orquesta un sonido alegre y animoso.