Drogas: un nuevo escenario


Editorial_LH

Contra el criterio pueblerino y servil de quienes consideraron una osadía inaceptable desafiar al imperio proponiendo el debate sobre la despenalización de la droga, resulta que el tema ha planteado todo un nuevo escenario y ahora funcionarios norteamericanos afirman que entienden las frustraciones de estos países en los que se ha hecho tan poco por contribuir de manera equitativa en el combate al crimen organizado que se encarga de trasegar la droga.


Desde el punto de vista de la política exterior indudablemente que fue una apuesta riesgosa, pero productiva. Cualquier político sensato tenía que tomar en cuenta los planteamientos y por ello cuando en Guatemala hubo sectores que tras leer el comunicado de la Embajada de Estados Unidos se rasgaron las vestiduras porque se había tenido la “osadía” de desafiar al imperio, criticamos esa actitud de lacayos que se entiende en un gobernante como el salvadoreño que tiene que lavarse la cara ante Washington para seguir recibiendo masivo apoyo económico pese a haber sido electo por la exguerrilla que se enfrentó allá con la política norteamericana.
 
 Ahora los funcionarios del Departamento de Estado informan que vendrán a la región con una actitud distinta a la que trajo la señora Napolitano y el señor Biden, puesto que vienen a hablar, a escuchar los planteamientos de países que han tenido que poner los muertos sin el apoyo decidido del país que por términos de demanda es el mayor causante del problema.
 
 Es un juego de pelota completamente nuevo, como dicen los norteamericanos, y eso gracias a la audaz iniciativa de Guatemala porque si bien la despenalización ha sido sugerida por varios intelectuales y grupos de pensamiento alrededor del mundo, pero cuando un Presidente en ejercicio propone el debate sobre el tema con argumentos concretos sobre la forma en que ha fracasado la línea de acción hasta ahora seguida, el escenario cambia por completo y era cuestión de tiempo que Estados Unidos entendiera la necesidad de hablar con mente abierta sobre la situación actual y alternativas para ser eficaces en la lucha contra los narcotraficantes.
 
 Si mantenemos la presión y los países latinoamericanos se unen en propuestas serias para demandar corresponsabilidad en el problema, seguramente que estamos ante un nuevo escenario. La vieja postura en la que se nos descalificaba si no llegábamos a la tasa de decomisos que ellos fijan no puede ser el patrón porque nosotros también tenemos que exigir que adentro de las fronteras de Estados Unidos hagan algo para resolver SU problema. Pero, repetimos, el tema está abierto a debate y ahora es cuestión de hacer propuestas concretas para avanzar en el debate.

Minutero
Los lacayos se cantaron
cuando respondió la embajada
sin ver que tras la jugada
los papeles se cambiaron