El boxeador Sergio Martínez pidió el miércoles apoyo a miles de mujeres que son víctimas de violencia doméstica y se unió a una campaña para impulsar la reactivación de legislación federal que enfrente el problema.
Rodeado de concejales y activistas frente al ayuntamiento de Nueva York, Martínez criticó el hecho de que la policía de la ciudad haya tenido que atender 700 casos diarios de violencia doméstica el año pasado.
«Me molesta cuando me preguntan si soy hipócrita, porque si estoy boxeando, estoy golpeando», dijo el argentino a los periodistas. «Yo respondo que el boxeo es mucho más que golpear. Estoy en un deporte y por eso creo que puedo tomar un papel fundamental en la sociedad formando parte de esta lucha».
La imagen del boxeo está atada al machismo. Sin embargo, fuera del ring, Martínez se ha involucrado de lleno en campañas que buscan llamar la atención sobre la violencia doméstica.
El argentino dijo que quedó afectado por el caso del boxeador venezolano Edwin Valero, quien se suicidó en abril de 2010 en una celda tras haber sido detenido por el presunto asesinato de su esposa, Jennifer Carolina Viera. Esta fue encontrada muerta y con heridas de arma blanca en un hotel de la ciudad de Valencia, en Venezuela.
«Valero fue talentoso, muy exitoso, pero tenía otra cara que no conocíamos», dijo Martínez, considerado como el tercer mejor boxeador del mundo libra por libra. «Me molesta mucho que se haya hablado poco de la esposa de Valero».
La vigencia de la ley federal de Violencia Contra Mujeres (VAWA, por sus siglas en inglés) expira en estos momentos. Por ese motivo, se encuentra frente al Senado, en Washington. La legislación ofrece recursos a organizaciones que ayudan a víctimas de violencia doméstica.
La concejal hispana Julissa Ferreras alabó a Martínez por su lucha en contra del problema, asegurando que el deportista «no tiene más razones que su propia convicción» para involucrarse en campañas como esta.
El boxeador de 37 años, quien enfrentará el sábado al irlandés Matthew Macklin en una pelea del peso mediano, dijo durante una entrevista previa con la AP que no se considera un gran ejemplo a seguir.
«Me veo como una persona que intenta poner algo de sensatez en un problema», explicó. «Por encima de todo soy un ciudadano corriente. Ojalá más deportistas de renombre escuchen y que también den un paso al frente».
El argentino empezó a luchar contra la violencia doméstica hace aproximadamente dos años. Empezó visitando una oficina en Nueva York de The Violence Intervention Program (VIP), que ofrece servicios de consejería y alojamiento en refugios a mujeres víctimas de violencia por parte de sus parejas.
Martínez suele visitar refugios en Oxnard, California, la ciudad donde reside y entrena. También lo ha hecho en su natal Argentina y México.
El Concejo Municipal de Nueva York planeaba votar el miércoles a favor de una resolución para impulsar la reactivación de VAWA en Washington.