Casi todas las personas se saben o han escuchado el famoso texto bíblico que sentencia: “Y conoceréis la verdad, y la verdad os hará libres” (Juan 8.32). Dicho en otras palabras, la verdad liberta, siendo la antítesis de esto la Ignorancia, definida –como entre muchas acepciones–: “Falta general de cultura o instrucción de la persona que no ha recibido formación o enseñanza”.
RODOLFO SANTIZO A-1 747503
(La ignorancia causa odio y miedo hacia la gente de otra cultura). También encontramos: “falta de información o conocimiento de algo”, “falta de conocimiento acerca de una materia o un asunto determinado”.
Agreguemos a esto también la definición de verdad, sabiendo de antemano que la misma NO ES UNA VERDAD ABSOLUTA: Según Wikipedia nos define parte así:
“El significado de la palabra verdad abarca desde la honestidad, la buena fe y la sinceridad humana, hasta el acuerdo de los conocimientos con las cosas que se afirman como realidades: los hechos o la cosa en particular; así como la relación de los hechos o las cosas en su totalidad del TODO, el universo…» Tendríamos que agregar la definición de realidad histórica, en este caso de un país o Estado, para nuestro caso Guatemala, que es adonde finalmente quiero llegar, no sin antes dejar mencionado a un sector grande de nuestra sociedad que no son ignorantes en el sentido completo de la palabra, sino que encajan dentro de lo que conocemos como ANALFABETOS FUNCIONALES, aquellos que habiendo “estudiado”, “leído”, “instruido”, nunca llegaron a entender el objeto de tanto estudio, no lo digirieron ya sea por causas naturales o provocadas como aquellas de no querer aceptar los conocimientos porque les afecta en su estrato social donde se desenvuelven.
Todo este embrollo de definiciones viene al caso porque ya conozco a mi pueblo chapín y sé del síndrome cangrejil que padecemos.
La intelectualidad tiene precio, claro, como todas las cosas tangibles e intangibles que circulan en este mundo, el problema radica en tener la firmeza para decir ‘mi intelectualidad NO SE VENDE, NI SE ALQUILA, NI SE ENAJENA’, en el caso que creamos tener INTELECTUALIDAD aunque sea algo mínimo, por eso hemos venido leyendo el alboroto en las opiniones de los blogueros de siempre sobre la YA FAMOSA CAMPAÑA “GUATEMORFOSIS”, protagonizada por RICARDO ARJONA y su “INTELECTUALIDAD DE NOVELA”. Dudo mucho que Arjona con esa fluidez narrativa de descubrir tabúes y vicios sociales no se haya dado cuenta del objetivo real de la campaña que él lidera, por lo que entonces SÍ merece un llamado de atención, por querer darnos atolito con el dedo prestándose él claro o VENDIENDO SU “INTELECTUALIDAD” a la receta de ese atol a todas luces alterado preparado por los grupos que controlan el poder económico del país, para mediáticamente engañarnos, endosarnos una responsabilidad social que en primera instancia les corresponde a ellos, el sector económicamente poderoso, que por más de 190 años han hecho de este país un festín de viandas y exquisiteces económicas, pero que al pueblo trabajador jamás lo han invitado a participar de esa fiesta y lo único que ese pueblo ha llegado a hacer a esa fiesta es a pelearse las migajas, sobras y demás como una jauría de hambrientos que han tenido incluso que quebrantar el “ESTADO DE DERECHO” dicen los poderosos; ESTADO DE DERECHO IMPUESTO POR ELLOS MISMOS, así como alterar drásticamente las “normas cívicas y de buenas costumbres” dicen los “recatados” y las “personas de bien”. Todo eso es nuestra culpa, eso es lo que pretende inculcarnos la campaña GUATEMORFOSIS, pero la medicina es EL CONOCIMIENTO DE NUESTRA REALIDAD HISTÓRICA y LA CONSERVACIÓN DE LA MEMORIA HISTÓRICA, para salvarnos de semejantes monstruos mediáticos.