El Alto Tribunal respaldó las nuevas leyes británicas sobre derechos de autor, y dio la razón a la industria de la música frente a los proveedores de internet en la batalla sobre los usuarios que comparten archivos en la red.
La Ley de Economía Digital — similar a las normas vigentes en Francia e Irlanda — obliga a los proveedores de servicios por internet a emitir una creciente ola de advertencias a los usuarios sospechosos de intercambiar ilegalmente películas y música. A la larga, esos servicios pueden bloquear el acceso de los reincidentes a la internet.
La polémica sobre las reglas británicas es un reflejo de los debates sobre los derechos de autor en internet en Estados Unidos y otros lugares. Los estudios de cine, marcas grabadoras de discos, y otros grupos creativos insisten que las normas son necesarias para contener la marea de copias ilegales en la internet; mientras que los proveedores de esos servicios y los grupos activistas de los derechos civiles temen que limiten la libertad de expresión.
Las empresas de internet BT Group PLC y TalkTalk Telecom Group PLC acudieron a los tribunales por considerar que la ley sería innecesariamente cara e invadiría la intimidad de los usuarios. Un tribunal inferior rechazó los argumentos de BT y TalkTalk, y el martes un tribunal de tres jueces en el Tribunal de Apelaciones londinense respaldó el primer fallo, para satisfacción de los grupos cabilderos de la industria del entretenimiento.
«Una vez más la corte se ha puesto del lado de casi dos millones de trabajadores de las industrias creativas cuyas vidas han sido arriesgadas porque el contenido creativo es robado a diario», dijo Christine Payne, que encabeza el sindicato de actores Equity.
El presidente de la Asociación de Distribución de Películas, David Puttnam, dijo esperar que el fallo ponga fin «a un largo capítulo de incertidumbre», y que la Ley de Economía Digital alerte a los consumidores, especialmente los jóvenes, «ante los daños causados por la piratería en la totalidad de la comunidad creadora».