En la mayor muestra mundial de teléfonos celulares, en Barcelona, los ejecutivos de las grandes empresas del ramo no pueden evitar pasar frente a un puesto que en realidad preferirían no ver: es el de Pinger, una pequeña compañía de California que ofrece mensajes de texto gratuitos en Estados Unidos y Alemania y tiene planes de expansión global.
Pinger —junto con una explosión de servicios de mensajería en teléfonos multiusos como iMessage, BlackBerry Messenger, WhatsApp, Viber Media, Facebook Messenger y KakaoTalk— ha logrado en unos pocos años reducir los importantes ingresos que las compañías de teléfonos celulares reciben con los mensajes de texto, y los analistas dicen que no hay un fin a la vista.
Lo hacen ofreciendo aplicaciones de mensajería que permiten que los usuarios telefónicos conversen gratuitamente en las redes de las empresas telefónicas o Wi-Fi. Algunas, como Pinger, ganan dinero por avisos.
La firma de investigación Ovum, con sede en Londres, calcula que las compañías de telecomunicaciones perdieron casi 14.000 millones de dólares el año pasado en ingresos por mensajería de textos debido a que los consumidores apelaron a aplicaciones que les permiten enviar mensajes por medio de las redes de los teléfonos celulares.
Ovum dijo que las compañías de todos modos tuvieron ingresos de unos 153.000 millones de dólares, pero eso significó 9% menos que el año anterior, y el cofundador de Pinger, Joe Stipher, quiere reducir esas ganancias todavía más.
«La mensajería de textos es gratuita y los llamados van a ser gratuitos», dijo Stipher, quien vestía pantalones vaqueros en contraste con los trajes oscuros preferidos por los directivos de compañías telefónicas que asisten al Congreso Mundial Móvil 2012 que concluye el jueves.
Las compañías de móviles no están nada felices con la catarata de servicios de mensajería gratuita que circula por sus redes. El ejecutivo Franco Bernabe, de Telecom Italia SpA, dijo al Congreso que los servicios de mensajería gratuita socavan la capacidad de las empresas telefónicas de invertir en sus redes. Los textos pagos, o SMS, han sido una bendición para las empresas telefónicas ya que requieren una capacidad mínima en la red.
Los nuevos participantes «han basado su innovación en el dominio de los móviles, sin un conocimiento profundo del complejo ámbito técnico de nuestra industria. Esto crea problemas significativamente crecientes para el servicio general ofrecido al usuario», dijo Bernabe.