A diez días de la segunda vuelta de los comicios presidenciales en Francia, la candidata socialista, Ségolí¨ne Royal, acercaba posiciones con el centrista Franí§ois Bayrou, tercero en la primera ronda con casi siete millones de votos, con el fin de derrotar a su adversario de derecha, Nicolas Sarkozy.
Socialistas y centristas se esforzaban hoy en concretar un acercamiento político, que algunos llaman «diálogo», otros «negociaciones» o incluso «contrato de matrimonio», según el diario de izquierda Liberation.
Cortejado por los campos de Royal y Sarkozy, Bayrou anunció ayer que no recomendaría el voto a sus electores de cara a la segunda vuelta, pero dejó entrever una inclinación personal hacia la socialista, con la que se mostró mucho más clemente que con el líder de la derecha, una persona, que según él, «puede agravar los problemas de la democracia».
«No sé lo que voy a hacer, pero empiezo a saber lo que no haré», dijo el líder centrista, desvelando de forma implícita que no votará a Sarkozy, favorito en los sondeos sobre la segunda vuelta del 6 de mayo.
«Confiaba en que Bayrou aceptaría la mano tendida», declaró a noche Royal en una intervención en la cadena de televisión France 2, en la que confirmó su voluntad de mantener un debate con el líder centrista.
El jueves, los socialistas confirmaron que ambos políticos protagonizarán este sábado un debate que será retransmitido por dos cadenas de televisión y una emisora de radio.
El inesperado protagonismo que ha adquirido el «tercer hombre» de la primera vuelta, convertido también en «árbitro» de la segunda, fue minimizado por Sarkozy, que recordó que la «final se disputa entre el número uno y el número dos y el número tres no juega».
La idea de un debate entre Royal y Bayrou es «una tragicomedia un poco ridícula. Ya hay un debate entre los dos candidatos elegidos para la segunda vuelta. El resto, es agitación política», insistió el jueves el líder de la derecha.
Sarkozy, con el 31,18% de los sufragios en la primera vuelta, y Royal, con el 25,87%, se verán las caras en un esperado debate en televisión el próximo miércoles 2 de mayo.
Pero los socialistas siguen con los ojos puestos en Bayrou. El ex ministro Dominique Strauss-Kahn llamó al «diálogo» con el político de centro, mientras que un portavoz de campaña le instó a «responder favorablemente a la propuesta de unión» de su candidata.
«Fue un error creer que nos encontrábamos ante» un duelo «entre la izquierda y la derecha» de cara a la segunda vuelta. Bayrou «hizo estallar esta disposición tradicional», señaló el jueves en el diario Liberation su director, Laurent Joffrin, quien previó «una configuración (política) inédita que dominará la vida pública del país en los próximos años».
Más allá de la segunda vuelta, el objetivo de los socialistas sería sellar una alianza parlamentaria con Bayrou y su nuevo Partido Demócrata, con el que se presentará en las legislativas en junio, según los expertos.
El retroceso de los cinco partidos de extrema izquierda en la primera vuelta, que sólo sumaron el 10% de los votos, obligaría a la formación de Royal a buscar nuevas alianzas y abrirse al centro, apuntan los analistas.
De todas formas, el primer secretario de la formación y compañero sentimental de Royal, Franí§ois Hollande, insistió el jueves en que de momento no «existen negociaciones» con Bayrou y que sólo se trata de un «diálogo normal en una República».
Ni la socialista Ségolí¨ne Royal ni el conservador Nicolas Sarkozy. La formación radical Batasuna pidió a los vascos de Francia que se abstengan en la segunda vuelta de las presidenciales, el 6 de mayo, ya que ambos candidatos no mostraron interés en el conflicto vasco.
«Ninguno de los dos debe recibir nuestros votos. La consigna es la abstención o, si se desea, introducir en la urna una papeleta que pida el respeto y reconocimiento de nuestros derechos como pueblo», explicó el portavoz de la coalición vasca, Jean Claude Aguerre, en una rueda de prensa en París.
Acompañada de movimientos nacionalistas corzos y bretones, que coinciden en la necesidad de que los «pueblos sin Estado» se abstengan el 6 de mayo, Batasuna subrayó que esta actitud, que también se repitió en la primera vuelta, el 22 de abril, no quiere decir falta de interés.
«No sentimos que estas elecciones nos afecten. El conflicto en el País Vasco está en la vía de la resolución en España pero en Francia, el Estado francés no quiere participar en este proceso», criticó el portavoz de la formación, ilegal en España por estar considerada el brazo político de la banda armada separatista ETA, pero activa en Francia.