Con el testimonio de los familiares de fallecidos ejecutados en el parcelamiento Dos Erres, Petén, en 1982 y de sobrevivientes, continúa el debate oral y público contra Pedro Pimentel Ríos, acusado de los delitos de asesinato y deberes contra la humanidad. El juicio se lleva a cabo por el Tribunal Primero B de Mayor Riesgo.
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Pimentel Ríos es señalado por el Ministerio Público (MP) de haber participado en la masacre de 201 pobladores del parcelamiento.
Entre los sobrevivientes se encuentra Luis Saúl Arévalo, quien señaló que él y su padre empezaron a cavar el pozo que, para el día de la masacre –7 de diciembre de 1982–, tenía una profundidad de 11 metros.
En palabras del sobreviviente y con la voz entrecortada expresó “nunca me imaginé que el pozo que empezamos con mi familia serviría para enterrarlos a ellos”.
Arévalo (residía en la comunidad Las Cruces, a unos cuatro kilómetros de Dos Erres), era integrante de las patrullas de Autodefensa Civil y debía resguardar a los pobladores del parcelamiento Dos Erres; su familia se dedicaba a la agricultura, y él ayudaba en esas tareas a su padre.
El pozo fue utilizado por el Ejército para matar a la mayoría de las víctimas.