Los países de la eurozona evitaron hoy la inminente bancarrota de Grecia al aprobar un crédito de contingencia de 130 mil millones de euros (170 mil millones de dólares), el segundo plan de rescate en dos años del país helénico.
Empero, las medidas de austeridad como condición a la entrega de nuevos fondos y la renuente aprobación dada por los parlamentos de Alemania y Holanda no implican el fin de la crisis de la deuda soberana en el Viejo Continente.
Los mercados respondieron con una baja generalizada al acuerdo, que esperaban desde hace tiempo, tras haber tenido sólidos avances en los últimos días, mientras que el euro subió un 0,2%.
Los ministros de Hacienda de Grecia y de las otras 16 naciones que utilizan el euro negociaron hasta las primeras horas del martes los detalles del rescate financiero, y lograron concesiones de último minuto de los tenedores privados de bonos soberanos emitidos por Atenas.
La eurozona y el Fondo Monetario Internacional, que facilitarán los fondos del nuevo rescate financiero, esperan que el nuevo programa ponga finalmente a Grecia en posición de sobrevivir sin apoyo exterior y garantice su permanencia en la Unión Europea.
El acuerdo, que estuvo en preparación durante meses, prevé concesiones de los acreedores privados y fondos de inversión mayores a las aceptadas en un principio.
Atenas pedirá además a los bancos y fondos de inversiones que renuncien a unos 107.000 millones de euros (142.000 millones de dólares) en activos, mientras que el Banco Central Europeo y los bancos nacionales de la eurozona renunciarán a sus beneficios generados por la deuda soberana griega.
El acuerdo «elimina la posibilidad de una bancarrota desordenada que sería caótica para Grecia y el pueblo griego», dijo el presidente de la Comisión Europea José Manuel Barroso.
«No es (un programa) sencillo, sino ambicioso», dijo la directora del FMI Christine Lagarde, y agregó que existe un riesgo considerable de que la economía griega no pueda crecer al ritmo que esperan los acreedores internacionales, lo que pondría en entredicho su capacidad para devolver el dinero y salir de la crisis.
Incluyendo el primer plan de rescate de Grecia por 110.000 millones de euros (146.000 millones de dólares), el nuevo acuerdo significa que cada ciudadano griego deberá a la eurozona y el FMI unos 22.000 euros (29.000 dólares).
«No es exagerado decir que hoy es un día histórico para la economía griega», dijo el primer ministro Lucas Papademos.
Jean-Claude Juncker, primer ministro de Luxemburgo y quien preside las reuniones de los ministros de finanzas de la Eurozona, dijo que se solicitó a los tenedores privados de bonos de Grecia —principalmente bancos y fondos de inversión— que asuman una pérdida en el valor nominal de sus activos del 53,5%.
Jean Lemierre, que presidió las negociaciones en representación de los acreedores agrupados en el Instituto de Finanzas Internacionales, dijo que las pérdidas totales para los tenedores privados de bono sería superior a 70% cuando se consideren los vencimientos a mayor plazo y los menores rendimientos pagados.
La eurozona y Grecia se vieron presionadas para llegar a un acuerdo con premura a fin de evitar el impago de unos 14.500 millones de euros (19.200 millones de dólares) en bonos que vencerán el 20 de marzo.
«Es un acuerdo muy bueno ya que está repartido justamente», dijo el ministro de hacienda francés Francois Baroin. «Los griegos han aportado sus sacrificios. Los europeos han desempeñado su cometido de ayuda, en su papel de acreedores,… Y el sector privado ha sido el mucho más generoso» de lo esperado.
Sentimientos encontrados
Los griegos amanecieron hoy con la noticia de que el país seguramente evitará la bancarrota en marzo por su masiva deuda soberana y que continuará en la eurozona, al menos por ahora.
Empero, el acuerdo logrado esta madrugada por las 17 naciones de la eurozona de dar a Grecia un crédito de contingencia por 130.000 millones de euros (170.000 millones de dólares) fue acompañado por la percepción de que Grecia encara muchos más años de sacrificios.
«No veo el acuerdo con alegría alguna porque nuevamente nos agobian con créditos, créditos, créditos y más créditos, sin que se vislumbre el final del túnel», dijo el arquitecto ateniense Valia Rokou.
Es el segundo paquete de rescate financiero internacional que recibe Grecia en menos de dos años. El primero se le otorgó en mayo del 2010 por 110.000 millones de euros (146.000 millones de dólares).
«No ocurre a diario que sean condonados 100.000 millones de euros de la deuda pública, o créditos por 130.000 millones de euros», dijo el diario Ta Nea en un editorial. «Habrá nuevos sacrificios y dificultades, especialmente para las personas de medianos y bajos ingresos. Esperemos que este nuevo periodo sea una oportunidad para crecer y de mejores perspectivas».
Sin el acuerdo del martes, Grecia habría tenido que renunciar al euro, que aceptó en el 2001.
«Para empezar me siento aliviado, porque mi país ha escapado al peligro inmediato que encaraba», dijo el abogado ateniense George Sabalos. «Empero, también me preocupa la exigencia de nuestros socios de que sea modificada la Constitución del país dentro de las garantías que exigen; creo es una demanda excesiva que va en contra del principio de solidaridad».
Los sindicatos rechazaron de plano las medidas de austeridad que exige el acuerdo.
«Los trabajadores de nuestro país se niegan a aceptar la barbaridad de las duras medidas neoliberales que han sido impuestas con extorsiones por nuestros acreedores. Y por ello continuarán y arreciarán su lucha a fin de bloquear la destrucción de nuestra sociedad», dijo el sindicato del sector privado GSEE en una declaración emitida el lunes.
¿Qué sigue?
Los ministros de Finanzas de la Eurozona acordaron hoy concederle a Grecia préstamos de rescate adicionales por 13 mil millones de euros (170 mil millones de dólares) para impedir que incurra en una cesación de pagos de posibles consecuencias catastróficas.
Sin embargo, Grecia debe superar varios obstáculos antes para que reciba los recursos. Incluso entonces, los gobernantes de la Eurozona tendrán quizá que incrementar los recursos de su fondo general de rescate financiero para garantizar que la crisis no se propague a otros países que atraviesan por dificultades.
A continuación algunas fechas importantes en la ruta de la recuperación de Grecia:
— Primero que nada y antes de que se le entregue cualquier crédito, Grecia debe decretar unas 30 reformas y reducciones a gastos por unos 3.000 millones de euros. Todos éstos son compromisos que Grecia ha asumido previamente pero que no ha puesto en marcha.
— 21 de febrero: Con la autorización del rescate financiero, Grecia puede comenzar el proceso de una oferta pública para un canje de bonos con sus acreedores privados a fin de reducir a más de la mitad la deuda en manos privadas. Grecia también propone una legislación con medidas que cubran un déficit fiscal en el presupuesto de 2012.
— 22 de febrero: Es previsible que el parlamento griego apruebe medidas adicionales para cubrir el déficit fiscal.
— 24-26 de febrero: Los ministros de Finanzas de las 20 economías más grandes del mundo se reúnen en México para examinar un incremento de los recursos disponibles al Fondo Monetario Internacional y que podría ser canalizado para hacer frente a la crisis por la deuda en Europa.
— Semana del 27 de febrero: El parlamento holandés someterá a votación el proyecto de ley que aprueba el rescate financiero para Grecia. Holanda es cada vez más renuente a que se incrementen los créditos a Grecia, por ende esta votación legislativa es de interés, al igual que las que habrá en Alemania y Finlandia. Es previsible que también se efectúe esta semana la votación en el parlamento alemán; no hay fecha prevista para la votación en el parlamento finlandés.
— 1-2 de marzo: los gobernantes europeos se reúnen en Bruselas para examinar si aumentan su sistema de protección tendente a impedir la propagación de la crisis de la deuda, con la opción de permitir el funcionamiento simultáneo del Mecanismo de Estabilidad Financiera y el Mecanismo de Estabilidad Europea.
Como se encuentra en la actualidad, la capacidad de rescate financiero alcanza un límite de 500.000 millones de euros (660.000 millones de dólares) y gran parte de estos recursos están comprometidos para Grecia, Irlanda y Portugal. El funcionamiento simultáneo de ambos mecanismos aumentaría esa capacidad.
— 20 de marzo: Se vencen bonos por 14.500 millones de euros (19.000 millones de dólares). Si se logra un acuerdo con los tenedores privados de la deuda griega, este bono será incluido en el canje y por lo tanto Atenas no tendrá que reembolsarlo en esta fecha.
— Abril: Grecia aguarda elecciones generales, no se ha fijado fecha. Preocupa a los gobernantes de la Eurozona que el nuevo gobierno tenga dificultades para cumplir sus compromisos previstos en el acuerdo.