El pasado 3 de febrero tuvimos la oportunidad de conmemorar un aniversario más de la consagración de Jesús Nazareno de Candelaria, una de las imágenes de mayor devoción del pueblo católico de Guatemala el cual se venera desde hace ya 450 años.
Mario Alfredo Alvarado Vela
Escuela de Historia Usac
El momento culmen de toda esta celebración se centra en la ceremonia llevada a cabo por el arzobispo de Guatemala Monseñor Raymundo Riveiro y Jacinto OP en la tarde del 3 de febrero de 1917, cuando ayudado por los reverendos padres García pareja ilustre de sacerdotes diocesanos del siglo pasado procedió a ungir la imagen de Cristo, convirtiéndose en ese año de 1917 en la primera escultura en recibir tal privilegio en el valle de La Ermita.
Situación que no puede pasar desapercibida para nuestra sociedad, exactamente 200 años atrás cuando el 6 de agosto de 1717 se consagro al Patrón Jurado de la ciudad Jesús de La Merced se repetía el ritual mismo usado en la consagración de Nuestra Señora de los Reyes en Sevilla.
La consagración del nazareno de la serena mirada marco a todo un pueblo que en el siempre encuentra consuelo y paz desde su aparición entre nuestros antepasados, humildes personas que encontraban en él su eterno amor para llevar las penas de toda una vida.
Con esta ceremonia se llegó a tener en toda Guatemala a cuatro imágenes que según la ley canoníca de la época merecían dicho honor por su historia y arraigo en el pueblo Católico en momentos donde la fe era sacudida por la embestida de las políticas liberales que llegaban al poder desde finales del siglo XIX y que afectaban a la iglesia Católica.
El Barrio de la Candelaria en esta nueva Guatemala de la Asunción fue cuna de grandes personajes como el gran Miguel Ángel Asturias, gran devoto del nazareno de Candelaria, quien manda regalar una túnica cuando ganó el Nobel de Literatura al igual que escribir unas letras que están plasmadas en un poema dedicado al nazareno desconocido por muchos, pero que es una joya de la literatura guatemalteca del siglo XX.
Sin dejar atrás a un personaje contemporáneo a estos hechos y que tiene una relevancia importante en nuestra historia guatemalteca de comienzos del siglo pasado el licenciado Manuel Estrada Cabrera, presidente del país por 22 años, que profeso una devoción al nazareno candelareño situación que para el año de su consagración le llevo a viajar a la Casa Presidencial situada en la palma actual zona 5 por pedido del señor presidente, situación que fue un verdadero peregrinar pues la ciudad se circunscribía al centro histórico.
Hoy en día es un buen momento para rendir un justo homenaje a los devotos de Jesús de Candelaria quienes en el transcurso de 450 años han protegido a esta bendita imagen, tanto en Santiago de Guatemala como en esta Guatemala de la Asunción y saber que cada Jueves Santo estamos frente a una de las imágenes con mayor devoción en Guatemala Jesús de Candelaria, camino a los 450 años de su burilación 1563-2013.