Según el Ministerio de Gobernación (Mingob), actualmente existen 70 clicas –células criminales– de pandillas que operan principalmente en las zonas urbanas marginales del país, a través de la comisión de delitos como la extorsión, el sicariato y el tráfico de drogas.

Los integrantes de esos grupos son dirigidos principalmente desde las cárceles, donde aún no existe control de las acciones delictivas por parte de las autoridades.

Los informes oficiales revelan que existen 70 clicas de pandillas, 40 vinculadas al Barrio 18 y 30 a la Mara Salvatrucha, que a través de sus acciones al margen de la ley y la constante intimidación, mantienen a la población sumergida en el temor y el silencio.

Los crímenes que cometen estas bandas, en su mayoría, se originan desde el interior de los centros de detención donde operan los líderes de estos grupos delincuenciales.

En el departamento de Guatemala y sus municipios se concentra un alto porcentaje de miembros de las maras, quienes han ganado terreno ante la falta de respuesta del Estado para implementar políticas de prevención del delito y de desarrollo humano, según expertos consultados.

Esa es la razón por la que actualmente familias  guatemaltecas deben huir por la extorsión, o soportar las acciones violentas de los grupos que se enfrentan por la distribución de drogas, o que asesinan a los vecinos que no se someten a sus órdenes.

Algunas de las zonas identificadas con operaciones criminales son  la 18, 6, 5 y 12 en la Capital, así como amplias áreas en los municipios de Mixco y Villa Nueva; aunque también se han expandido progresivamente al interior del país.

Según el viceministro de Seguridad, Edi Juárez, hay una permanente operación de desarticulación de bandas, pero de inmediato resurgen y se complican los planes de combate a la extorsión.

“Hay más de 70 clicas que ya están formadas y estructuradas. Nosotros estamos desarticulando esas estructuras.  En el tema de la extorsión, es más social que implica más nivel poblacional que se puede involucrar y que normalmente son jóvenes que se arrestan, se conducen a la cárcel, pero la clica vuelve a cooptar otros; eso es parte del proceso”, explicó Juárez.

DESDE LA CÁRCEL
De acuerdo con los informes oficiales, un 85 por ciento de la planificación de ilícitos aún se realiza desde las cárceles, donde según el Sistema Penitenciario (SP) hay  589 miembros del Barrio 18 en el Sector 11 del Preventivo para Hombres de la zona 18 y 335 de la Mara Salvatrucha, en la cárcel El Boquerón, en Santa Rosa.

Las investigaciones revelan que los miembros de las pandillas recluidos en dichas prisiones podrían fungir como subjefes y algunos jefes de clicas, aunque los principales líderes están en Fraijanes I y II.

Hasta el 21 de mayo, Presidios albergaba a 17 mil 729 privados de libertad, de estos 16 mil 141 eran hombres y 1 mil 588 mujeres.

El Viceministro de Seguridad fue consultado sobre la problemática latente en las cárceles, que también involucra a funcionarios corruptos de esa institución.

“Nosotros hemos hecho una coordinación permanente. Las fuerzas de tarea con el Sistema Penitenciario; ellos van generando una sinergia de cómo se coordinan acciones, operativos con el SP.  Nosotros lo que estamos coordinando para Presidios y está en proceso, es la elaboración de la Política Penitenciaria en Guatemala, porque si no cambiamos estructuralmente todo el sistema, vamos a seguir siempre con los mismos problemas”, dijo.

Según el entrevistado, en el SP se han tomado medidas emergentes por muchos años y con el impacto de las últimas capturas durante esta administración, la situación se ha complicado.

 “El SP se ha ido parchando y creciendo, porque en dos años y con el trabajo de las fuerzas de tarea, hay más de 5 mil 500 privados de libertad. El SP en 2012, tenía 12 mil privados de libertad y ahora casi hemos llegado a 18 mil. Ese impacto que tenemos realmente afecta al sistema, además que el 51 por ciento está en fase preventiva”, refirió.

NUEVA PROPUESTA
A criterio de Julio Rivera Clavería, otrora viceministro de Seguridad, es necesario replantear el esquema del Sistema Penitenciario y abordar una nueva propuesta, pues actualmente no hay mucho que se pueda hacer para detener la planificación desde las cárceles.

“No tener control sobre el SP es complicado y lo único que se ve es más violencia. En otras palabras, lo que debe plantear el nuevo gobierno es una nueva propuesta de SP, no partiendo de lo mismo, sino de conceptos distintos, un nuevo sistema de infraestructura carcelaria en donde se puedan tener presos de máxima seguridad, mediana y mínima seguridad, separados, es la única forma donde se puede tener control”, indicó.

El profesional dijo que uno de los principales problemas en el país es la corrupción que se incrusta en todas las esferas de la sociedad y permite que la criminalidad crezca incontrolablemente.

“El grave problema del país es la corrupción. Durante muchos años  y no sólo este gobierno, sino muchos gobiernos, los criminales han penetrado las instituciones de seguridad y justicia del país, a través de la corrupción, para crear redes de impunidad que los protege, que los defiende y los libera. Eso es una realidad, por lo tanto, la corrupción es uno de los grandes problemas y pasa desde el tema policial, penitenciario y de la justicia; léase Ministerio Público, Policía Nacional Civil, Organismo Judicial y Defensoría Pública”, refirió Rivera Clavería.

MÁS ALLÁ DE REPRIMIR
Néstor López, investigador del Centro de Investigaciones Económicas Nacionales (CIEN), opina que las acciones represivas no ofrecen mayores resultados, por lo tanto, es mejor implementar políticas de desarrollo humano y no con represión, pues esto nunca ha ofrecido resultados.

“En términos generales, el Gobierno habla de prevención al implementar más cámaras, graduar más elementos policíacos, pero si usted ve la naturaleza de estas propuestas son reactivas, es decir, disuaden de alguna manera algo que ya está y esto no va a evitar que existan más delincuentes, el término de prevención que nosotros usamos no tiene relación con seguridad ciudadana, es un término que tiene relación con desarrollo humano, social”, explica López.

Por otro lado, el representante del CIEN, dice que los delincuentes no deciden de la noche a la mañana ser lo que son, pues se genera una serie de factores de riesgo que deben evitarse.

 “Esto va desde su atención en la niñez, la falta de atención de los padres, las faltas de mecanismos de control en su crecimiento, la falta de educación en materia de principios y valores y llega un momento en donde necesitan llenar sus necesidades básicas”, dice el entrevistado.