57 años del bomberismo guatemalteco


El Cuerpo Voluntario de Bomberos -CVB- es una de las entidades de mayor prestigio en Guatemala. En este mes arribará a sus 57 años de existencia.

Félix Loarca Guzmán

El Cuerpo Voluntario de Bomberos fue fundado el 16 de agosto de 1951 gracias a la feliz idea del entonces Embajador de Chile en Guatemala, licenciado Rodrigo González Allende, compenetrado de la necesidad que la ciudad de Guatemala tuviera una institución con personal capacitado para intervenir en casos de emergencia o calamidad pública. Su primer comandante fue el coronel Federico Fuentes Girón.

Al remontarnos a la historia, encontramos que el 11 de agosto de 1951, un incendio que se originó en las instalaciones de un restaurante conocido en esa época como Toni´s Spaghetti House, que se ubicaba en la 7ª. avenida y 9ª. calle, zona l, de la ciudad capital, consumió varios establecimientos comerciales que tení­an su asiento en la vecindad. Muy difí­cil fue la labor que numerosas personas desarrollaron con el auxilio de unas bombas montadas en varios jeeps de la Guarda Civil (hoy Policí­a Nacional Civil). El incendio fue controlado después de un arduo trabajo durante cinco horas.

Este suceso fue el que conmovió el pensamiento del Embajador de Chile marcando el inicio del bomberismo en Guatemala que a lo largo de casi seis décadas se ha extendido prácticamente a toda la república con subestaciones instaladas en lugares estratégicos de la ciudad de Guatemala y con compañí­as en los diferentes departamentos. Enumerar una a una las acciones en las que se ha puesto de manifiesto la abnegación de los bomberos voluntarios serí­a algo interminable por cuanto todas tienen importancia ya que en cada movimiento ponen en juego la vida.

Durante todo este prolongado perí­odo ha habido momentos de alegrí­a y amargura, pero todas las dificultades han sido superadas gracias al dinamismo de los dirigentes y de todos sus miembros. En la ví­spera del 57 aniversario, con estas sencillas lí­neas queremos rendir un sincero homenaje de admiración y reconocimiento a los bomberos voluntarios de ayer y a los de hoy, al personal administrativo y técnico, clases, rasos, oficiales y maquinistas. Para todos ellos nuestro saludo y nuestro deseo porque tanto el cuartel central, sus subestaciones y las compañí­as departamentales, vayan resolviendo con éxito cada dí­a sus problemas especialmente los de carácter financiero para beneficio del pueblo de Guatemala.

Sin lugar a equivocaciones, los bomberos voluntarios son uno de los gremios más queridos por el pueblo de Guatemala por su sacrificio y profunda vocación de servir para hacer el bien. De allí­ su primer lema: «Qué hermosa es la vida cuando se vive para hacer el bien».