UNA DELEGACION DE GUATEMALA ASISTIRí A CONFERENCIA REGIONAL SOBRE EL DERECHO A LA IDENTIDAD Y REGISTRO UNIVERSAL DE NACIMIENTO
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En un esfuerzo conjunto de Plan, UNICEF, la OEA y el gobierno de Paraguay, se realizará la Primera Conferencia Regional Latinoamericana sobre el Derechos a la Identidad y el Registro Universal de Nacimiento. Con la participación de delegados de toda América Latina en Asunción, Paraguay, del 28 al 30 de agosto.
Guatemala será representada por una delegación integrada por representantes del Registro Nacional de Personas (RENAP), de UNICEF y Plan Guatemala y de la ONG Oxlajuj Tzikin-CATIE.
Cada año más de 48 millones de niños y niñas en el mundo no son registrados al nacer. En Guatemala, de 1996 al 2006, nacieron más de 3 millones 900 mil niños y niñas (Instituto Nacional de Estadística (INE)). El sub-registro se estima conservadoramente en un 10%, lo cual podría implicar que alrededor de 390,000 niños y niñas no cuentan con un certificado de nacimiento. Por diversos factores de orden económico, político, social y cultural, el porcentaje del sub-registro podría ser mayor entre la población rural, indígena y especialmente entre las mujeres.
El artículo 7º de la Convención de Naciones Unidas sobre los Derechos del Niño y la Niña (CDN) establece que, «el niño debe ser registrado inmediatamente después de su nacimiento y tiene el derecho a tener un nombre y adquirir una nacionalidad». En Guatemala, la Ley de Protección Integral de la Niñez y Adolescencia, en su artículo 14 establece que «Los niños, niñas y adolescentes tienen derecho a tener su identidad, incluidos la nacionalidad y el nombre, conocer a sus padres y ser cuidados por ellos, las expresiones culturales propias y su idioma.»
Sin embargo, puede ser que cientos de miles de niñas y niños nacidos en las últimas décadas en Guatemala no cuenten con su registro de nacimiento por lo que son invisibilizados en los planes nacionales de desarrollo.
Al no tener un registro de nacimiento, las niñas y los niños enfrentan dificultades para acceder al pleno cumplimiento y ejercicio de sus derechos humanos como la atención en salud o educación. Además corren el riesgo de la exclusión social y discriminación, de estar expuestos a sufrir explotación laboral e incluso sexual comercial. Al carecer de una identidad se limita su potencial ya que tendrán desventaja en las esferas social, cultural, económica y política. El derecho a un nombre y una nacionalidad es el derecho que apertura el camino a todos los demás derechos y por tanto, la inscripción de todos tiene implicaciones amplias y profundas. Es el inicio de un camino hacia una plena ciudadanía que contribuye al fortalecimiento de la democracia.
En este evento regional que se celebrará en Paraguay, UNICEF, la OEA y Plan aprovecharán para reiterar sus compromisos de apoyo técnico y financiero con los Estados de la región por el interés superior de la niñez y la adolescencia; y la vigencia, defensa, promoción y protección de sus derechos humanos. Este reto debe también ser asumido y compartido por la sociedad en su conjunto, la empresa privada, las familias, las iglesias, los medios de comunicación social, las organizaciones comunitarias, los organismos no gubernamentales y todas las fuerzas sociales organizadas alrededor del cumplimiento de los derechos de la niñez, y la adolescencia.