26. ELEGÍA POR LA PÉRDIDA DEL MAESTRO JORGE SARMIENTOS


Un niño con los pies descalzos
Toca la marimba, es un músico.
El niño crece, va creciendo
Y la música crece en él.

Carlos Adolfo Morales
De la Asociación de Redactores de Actividades Culturales


Llega a la Orquesta, es maestro,
Es timbalero, es director;
Sus brazos, sus manos se mueven
Haciendo resonar la Orquesta.
Hace su música sonora
Ama a su tierra, Guatemala.
Y a su pueblo que lucha y sufre.
Le canta a la Reforma Agraria,
A la Revolución le canta,
No transige con los tiranos.
Lo motiva el gran terremoto
Y brota un poema sinfónico.
Va por el mundo que lo escucha
Buenos Aires, París, New York
Aplauden, se ponen de pie
Él lleva a Guatemala en su alma.

¡Señor, los dolores del mundo!
¡Ese crimen de Hiroshima!
Y nace el destello doliente,
Nace la condena triunfante.

Sabe del dolor de la cárcel
Pues los esbirros lo encarcelan
Y con sufrimiento de preso
Escribe «Oda a la libertad».

Adiós al gran guatemalteco,
Al revolucionario, al justo.
Pero su música nos queda.
Lloremos, Cantemos con él.

Febrero, 2013