Rebeldes talibanes atacaron con lanzadores de cohetes un puesto de control de seguridad cerca de la frontera con Afganistán, donde el ejército ha efectuado ofensivas contra los insurgentes y eso provocó un enfrentamiento que dejó ocho soldados paquistaníes y 10 milicianos muertos, informaron funcionarios de inteligencia de Pakistán.
El área presuntamente estaba libre de insurgentes, indicaron las autoridades.
Unas horas más tarde, una bomba colocada en el costado de una carretera mató a cuatro personas también en el noroeste del país, entre ellos una mujer y un niño, informó la policía.
Los ataques destacaron la fortaleza de los grupos extremistas de la región fronteriza de Pakistán con Afganistán, los cuales siguen siendo una amenaza letal a pesar de las ofensivas del ejército paquistaní en su contra y de los ataques con misiles efectuados por aviones no tripulados estadounidenses contra escondites de los grupos rebeldes. Después de cuatro años, hay pocas señales de que las autoridades estén ganando la batalla.
El enfrentamiento entre el Talibán y el ejército de Pakistán ocurrió la noche del miércoles en la región de Marabi, en la región tribal de Waziristán del Sur, dijeron dos funcionarios de los servicios de inteligencia de Pakistán.
Los soldados que vigilaban el puesto de control de seguridad repelieron el ataque y además de los muertos, siete soldados también sufrieron heridas en el enfrentamiento.
Los empleados solicitaron permanecer anónimos en linea con las políticas de su organización.
Otra bomba explotó el jueves a las afueras de la ciudad norteña de Peshawar en la región de Matani, donde están ocultas varias milicias anti Talibán.
La explosión destruyó un vehículo de pasajeros matando a cuatro personas, entre ellos una mujer y un niño.
En la región de Matani un consejo de ancianos de tribus han respaldado a las fuerzas de seguridad en su lucha contra los extremistas, informó el jefe de la policía de Peshawar, Liaquat Alí Jan.
El objetivo de ese atentado no estaba claro, pero el domingo otra explosión en Matani provocó el fallecimiento de seis personas.
El gobierno de Pakistán ha respaldado esas milicias tribales y también ha lanzado numerosas ofensivas en contra de los insurgentes en el noroeste del país.
Sin embargo, el Talibán ha lanzado atentados despiadados contra esas milicias tribales.
Otras dos personas murieron y tres resultaron heridas al explotar una segunda bomba colocada junto a una carretera y alcanzó un vehículo que transportaba alimentos a un campamento paramilitar en el distrito del Upper Dir, en Saber Killy, afirmó el policía Rehmat Jan. La región de Upper Dir atestiguó varios ataques a gran escala de los talibanes la semana pasada.
Desde el 2009, el ejército de Pakistán ha organizado ofensivas contra la milicia talibana en Waziristán del Sur. El ejército posteriormente se declaró victorioso en la operación, pero los insurgentes huyeron a zona cercanas, entre ellas la vecina Waziristán del Norte y aún siguen organizando ataques ocasionales.
La zona de Waziristán del Norte es el blanco acostumbrado de los misiles estadounidenses porque alberga a más grupos enfocados en librar una guerra en la vecina Afganistán y porque el ejército paquistaní yse ha resistido a los pedidos estadounidenses que se inicie una ofensiva en esa región tribal. El ejército de Pakistan prefiere perseguir a grupos extremistas que lanzan ataques contra territorio paquistaní.