2012, año del cambio


Jorge_MARIO_Andrino

Las y los guatemaltecos esperamos que el nuevo año, nueva era o nuevo ciclo, como quiera usted, lector, describirlo, traiga cambios efectivos para el paí­s, tomando en cuenta que la situación actual, especialmente en cuanto a seguridad, desarrollo humano y respeto de los derechos humanos es imposible de mantener en las actuales circunstancias, y que requiere el mayor de los esfuerzos del nuevo gobierno y de los sectores de incidencia polí­tica de Guatemala.

Jorge Mario Andrino Grotewold

 


Pero quizá lo más importante es lograr llegar a tener el entendimiento que como ciudadanos estamos obligados a buscar ese cambio, y a promoverlo desde nuestras propias realidades.  Si en nuestro trabajo, nuestro hogar y nuestro cí­rculo de influencia (amistades) no promovemos la gestión del cambio, ese impulso con el que esperamos cuente Guatemala, durará poco tiempo y regresaremos de nuevo a requerir del Estado y de las nuevas autoridades que cumplan con las promesas de campaña.  Y es que para el que crea que el nuevo binomio tendrá una varita mágica y sin mayor esfuerzo logre alcanzar una reforma tributaria, mejorar la seguridad de la población, dotar de eficientes servicios públicos, incentivar la inversión nacional y extranjera, o bien tan sólo disminuir los í­ndices básicos de desnutrición, pobreza extrema y seguridad social, mejor que vaya pensando en movilizarse a otro paí­s, porque espectadores no necesita Guatemala, sino emprendedores, gestores, crí­ticos pro-activos, y sobre todo ciudadanos honrados, dignos y trabajadores, que saquen adelante con amor y paciencia a su nación.

Y me quedo corto si aumentamos temas como turismo, medio ambiente y desarrollo rural. Y seguramente estaré pensando muy poco con toda la gama de problemas que representa la administración de un Estado, algo que sólo se consigue con liderazgo, para incentivar a cada sector representativo a que mejore sus propios procesos, que sueñe con retos nuevos y al mismo tiempo, buscar una solidaridad entre los conciudadanos para que juntos cumplamos los objetivos que nos tracemos. 

Indudablemente que nuestro aporte individual puede verse como muy poco, o bien inclusive pensar que el esfuerzo de las y los guatemaltecos en forma colectiva sea aun así­ insuficiente, por lo que se debe contar con autoridades que mediante su buen trabajo puedan sumarse a este esfuerzo.  Y esto es imprescindible en nuestra era democrática. Jueces, diputados, ministros y todos los actores de ejecución tienen la responsabilidad de tener un desempeño de eficiencia y de honestidad, sumados a los lí­deres nacionales que bajo la premisa de ese cambio que se necesita, puedan inspirar, como lo decí­a la campaña presidencial del ahora Presidente estadounidense “cambio en el que de verdad podamos creer”.  

Los retos para todos en este 2012 son entonces, suficientes. Pero no se espera que en un año nuestra situación cambie, pero sí­ que empiece a cambiar.  Famosa es la frase de Napoleón que pedí­a a sus generales forestar árboles en una gran planicie. Y al recibir la respuesta que dicho acto podrí­a durar varias generaciones, respondió que era indispensable entonces, empezar inmediatamente.  2012, te recibimos con toda la fuerza, y le pedimos a Dios por el mundo, por Guatemala y porque tengamos la fuerza de alcanzar nuestro propio cambio, antes de que sea demasiado tarde.