2010 con pocos avances en seguridad


El año 2010 ha dejado la cauda de más de 6 mil muertos, extorsiones, robos y la visible y fortalecida presencia del narcotráfico. Expertos en seguridad consideran que la actual administración debe controlar de forma urgente el problema, y aunque poco se puede hacer en los 12 meses que le quedan, por lo menos un poco de voluntad y una estrategia de inteligencia ayudarí­an a evitar a empeorar la situación.

Mariela Castañon
mcastanon@lahora.com.gt

La Policí­a Nacional Civil (PNC) reporta que este año murieron más de 6 mil personas en diferentes puntos del paí­s. Entre los móviles destacan por no pagar la extorsión, por robos, por rivalidad entre pandillas y por disputa de territorio.

De acuerdo con la institución policial sólo en la capital, uno de los lugares más afectados por la extorsión, murieron 65 personas y otras 52 resultaron lesionadas gravemente.

Los transportistas, los comerciantes, los dependientes de tienda y los vendedores fueron los más afectados, según la PNC.

Las embajadas de Estados Unidos y Alemania han enviado alerta a sus ciudadanos para que no visiten Guatemala, debido a la espiral de violencia y los constantes robos que se originan.

Mientras que el crimen organizado y el narcotráfico se fortalece en los departamentos de Petén, Quiché, Alta Verapaz, San Marcos, Izabal y Zacapa, enviando mensajes de terror con sus acciones y exponiendo escenas grotescas que intimidan a los pobladores.

Entre las acciones de los narcotraficantes está la liberación de Elmer Aroldo Celada Galdámez, sindicado por el desmembramiento del futbolista Carlos Mercedes Vásquez Navas.

El 8 de diciembre un grupo fuertemente armado, presumiblemente del cartel de narcotraficantes los Zetas, irrumpió en la cárcel de la PNC en Malacatán, San Marcos y rescató a Celada Galdámez, mientras se daba la liberación, los delincuentes mataron a dos personas e hirieron a cinco más, entre ellas una niña. Dí­as después fueron capturadas 16 personas por ese rescate.

El 6 de octubre los pobladores de la aldea El Chal, en Petén, estuvieron prácticamente en un estado de sitio, cuando un grupo de narcotraficantes ingresó a la aldea en carros de lujo, al parecer buscando droga que perdieron.

Los maleantes hicieron un recorrido por las aldeas de ese departamento. Las autoridades que intentaron resguardar el área fueron atacadas, dejando el saldo de dos personas muertas y un soldado herido.

El 19 de diciembre siete personas murieron en una cantina, en la aldea Las Cruces, en la Libertad, Petén, cuando un grupo armado irrumpió en el lugar y acribilló a la gente que se encontraba dentro, aparentemente buscaban a un ganadero vinculado con el crimen organizado.

Acciones urgentes

El analista en seguridad, Mario Mérida, opina que es urgente que el gobierno de la Unidad Nacional de la Esperanza (UNE) emprenda acciones prontas parta detener la violencia que impera en Guatemala.

Según el experto, aunque queda muy poco tiempo para controlar lo que no se logró en estos tres años de administración, es importante que por lo menos se tomen acciones de emergencia que permitan evitar que la criminalidad e inseguridad aumenten, principalmente en la campaña electoral, que se avizora violenta.

Mérida recomienda la creación de un comando que dirija las operaciones de las fuerzas combinadas y prevea los flagelos.

«Lo que debe hacer el Gobierno es establecer un comando que coordine el esfuerzo de la PNC y este comando combinado debe tener como responsable directo al Viceministro de Seguridad Pública, al Viceministro de la Defensa, al Secretario de Inteligencia Técnica del Sistema Nacional de Seguridad y por supuesto un representante del Procurador de los Derechos Humanos (PDH). La idea es que puedan hacer un análisis más seguro sobre el tema de la violencia en base a lo que el mismo Tribunal Supremo Electoral ha dicho de los lugares donde se prevé violencia que no coinciden con los estudios del Ministerio de Gobernación», indica el experto.

Por su parte, Carmen Rosa de León, directora del Instituto de Enseñanza para el Desarrollo Sostenible (IEPADES), reitera la necesidad de despistolizar los lugares donde hay más violencia, pues un alto porcentaje de delitos contra la vida se genera con proyectil de arma de fuego.