Arranca el mes en que todos nos ponemos el tacuche de patriotas, pero no el del grupo de gángster del partido del puño y la bota, si no el fervor pasajero, momentáneo, porque eso es, es como un leve airecito que nos pega en el pecho, pero que no sabemos su significado y es triste conocer que muchas de nuestras actitudes como guatemaltecos, la falta de valor para pelear por nuestra tierra, nuestra verdadera libertad, nuestra cultura fue vendida y transada como suele suceder hoy con mucha frecuencia ante temas de interés nacional, cito ejemplos como la LEY DE MINERíA A CIELO ABIERTO, que llora sangre, como al mal llamado TRATADO DE LIBRE COMERCIO, que de libre no tiene ni rosca, más bien fue una imposición, porque en su momento fue una decisión que, según nuestra Constitución, tení­a que haberse sometido a consulta popular, pero a aquellos que pregonan el respeto al ESTADO DE DERECHO les valió maí­z y entonces como lo menciona el mismo licenciado Clemente Marroquí­n, director de este medio de comunicación, nosotros los chapines tenemos sangre de horchata y tiene razón, pues hasta cuando Guatemala fue parida como república ya quedó marcada con la infamia de la farsa que nos han vendido como independencia, pero que claramente conocemos como el primer madrugonazo a Guatemala y el primer trance que lejos de darnos libertad nos encadenó al verdugo del criollo pseudocapitalista y que nos han querido vender como una gloriosa conquista libertaria de independencia;  ¿cuál? porque ni siquiera a capitalistas llegan en Guatemala, tenemos serias muestras de feudalismo aun en esta república bananera, que es mi patria y la de grandes hombres como Cardoza y Aragón, Severo Martí­nez Peláez, Otto René Castillo, Julio Fausto Aguilera, cuántos hombres más como los mencionados necesitas Guatemala, cuantos muertos más de los miles que dejó el conflicto armado interno necesitas para declararte realmente república independiente y que de verdad henchidos de verdadero patriotismo podamos celebrar tu cumpleaños en una mesa puesta con manjares de JUSTICIA SOCIAL y que al entonar las estrofas de tu hermoso himno no resulte en una afrenta para nuestras conciencias..